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¿Qué viene tras la muerte del papa Francisco? Estos son los rituales y el protocolo
El procedimiento sobre lo que sucede cuando un papa muere ha cambiado a lo largo de los años.

Cuando fallece un papa, se activa un protocolo detallado conocido como Universi Dominici Gregis, que regula el período de sede vacante y el proceso para elegir a un nuevo pontífice.
El camarlengo, actualmente el cardenal Kevin Farrell, fue el encargado de confirmar la muerte del papa a las 7:35 a.m., hora de Roma, desde la Capilla de Casa Santa Marta, este lunes, 21 de abril. Tradicionalmente, esto se hacía golpeando la frente del pontífice con un martillo de plata y llamándolo por su nombre de bautismo tres veces. Hoy, se realiza con métodos médicos modernos.
Tras la muerte se declaran nueve días de luto y el entierro suele tener lugar entre el cuarto y el sexto día. Los papas suelen ser sepultados en la Basílica de San Pedro.

Entre 15 y 20 días después del fallecimiento, los cardenales menores de 80 años se reúnen en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo papa.
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Existe una norma relativamente reciente que establece que, tras 12 días de votación, un candidato puede ser elegido papa con el 50 % más uno de los votos.
Dos veces al día, se informa de cómo va la elección a la población mediante la tradicional quema de papeletas. Si el humo es negro, significa que aún no se ha alcanzado un acuerdo, mientras que el humo blanco indica que se ha elegido a un nuevo papa.
El procedimiento sobre lo que sucede cuando un papa muere ha cambiado a lo largo de los años; su más reciente modificación fue en 2013, cuando Francisco se convirtió en sumo pontífice, y la anterior había sido en 1996.

“El camarlengo sella los aposentos del papa y comienza a hacer los preparativos para el entierro”, indica la guía. “Es responsabilidad del decano informar a todos los cardenales, al cuerpo diplomático y a los jefes de Estado”, recuerda.
Francisco, el papa del pueblo
El papa Francisco, de 88 años, murió este 2025 tras experimentar un deterioro de salud debido a una neumonía bilateral. Inicialmente, había ingresado al Policlínico Gemelli de Roma por una bronquitis asmática, condición que se complicó por una infección polimicrobiana.
Deja un legado progresista en la Institución: promovió un enfoque pastoral más inclusivo, con reformas en la curia y apertura en temas como el papel de la mujer en la Iglesia y la atención a las comunidades LGTBIQ+.
Su sucesor podría continuar con estas reformas o adoptar una línea más conservadora. Lo cierto es que la elección del nuevo papa marcará la dirección de la Iglesia en temas sociales y religiosos. Si se elige a un candidato reformista, se consolidará la línea progresista de Francisco; si es conservador, podría generarse una mayor división entre fieles.