MUNDO

Rebelión migrante: así es como miles de inmigrantes paralizaron las principales ciudades de EE.UU. para protestar contra las redadas de Trump

Las políticas de Donald Trump contra la inmigración ilegal han provocado el caos en las principales ciudades de Estados Unidos. Miles de indocumentados se han tomado las calles, mientras que Washington responde con dureza.

14 de junio de 2025, 4:51 a. m.
Trump, se llama Rebelión migrante.
Las manifestaciones dejan cientos de detenidos y millonarias pérdidas. El Gobierno Trump, por su parte, mantiene su retórica contra los manifestantes. | Foto: Getty Images

Caos. Esta palabra resume en lo que se han convertido varias de las ciudades más importantes de Estados Unidos, paralizadas por las manifestaciones que han realizado comunidades de inmigrantes que protestan contra las medidas migratorias del Gobierno de Donald Trump. La respuesta de la Casa Blanca ha sido implacable, provocando crisis políticas y rechazo de miles de ciudadanos.

Como una película hollywoodense, todo se inició en Los Ángeles. Allí los ciudadanos decidieron salir a las calles en rechazo a la política trumpista contra la inmigración y las agresivas redadas que adelanta el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), que, como parte de las nuevas medidas adoptadas por el mandatario republicano, empezó a detener migrantes indocumentados en iglesias, tiendas, escuelas, obras de construcción, juzgados y restaurantes. Se estima que capturan unos 650 inmigrantes ilegales al día.

Las manifestaciones dejan cientos de detenidos y millonarias pérdidas. El Gobierno Trump, por su parte, mantiene su retórica contra los manifestantes.
Los ciudadanos se tomaron las calles para protestar en contra de las redadas migratorias del gobierno. | Foto: gettyt images

Las detenciones masivas provocaron protestas que, en su gran mayoría, fueron pacíficas, pero algunas fueron empañadas por disturbios y ataques hacia agentes oficiales con ladrillos, palos y bloqueos en algunas de las carreteras. La respuesta de Trump y su Gobierno fue una medida calificada como desproporcionada y hasta inconstitucional: enviar a la Guardia Nacional y luego a los marines para intentar poner orden en las manifestaciones sin permiso del gobernador de California, Gavin Newsom.

La última vez que un presidente había mandado a la Guardia Nacional sin permiso de un gobernador fue en 1965, cuando el entonces mandatario, Lyndon B. Johnson, ordenó desplegar al cuerpo de reserva militar para proteger a los manifestantes de una comunidad afroamericana que estaban siendo reprimidos duramente, y sin justificación, por la policía local en el llamado Domingo Sangriento.

Ahora la tensión es absoluta. Los llamados de Trump a las diferentes fuerzas militares solo han servido para echarle más gasolina al fuego. El centro de Los Ángeles se convierte todas las noches en un territorio de guerra, donde se observa a cientos de personas que se toman autopistas y calles, queman vehículos y contenedores de basura, y lanzan piedras, palos y fuegos artificiales a las autoridades, sin importar que sean policías, miembros de la Guardia Nacional o marines.

Se reportaron una serie de agresiones, embestidas y disturbios. | Foto: gettyt images

La decisión del Gobierno de convocar a fuerzas armadas con fusiles de asalto ha provocado una serie de duros cuestionamientos. Por ejemplo, The New York Times calificó la medida del presidente como una “amplificación de la autoridad presidencial” y avivó las críticas de que está exacerbando la situación para obtener rédito político. El periódico aseguró que las manifestaciones son una “amenaza existencial para el país”.

Por su parte, The Economist indicó que el mandatario busca “crear confrontación intencionalmente y alimentar un ciclo de protesta, violencia y represión” para beneficio total de la retórica de la administración.

Además, las manifestaciones se han extendido a otras ciudades. Los principales puntos de protesta son Nueva York, Chicago, Atlanta, San Francisco, Filadelfia, Texas y Santa Ana. Si bien algunos focos de las movilizaciones en estas ciudades se han tornado en vandalismo, nada se compara con el infierno en el que se ha convertido Los Ángeles, históricamente demócrata y que en las pasadas elecciones le dio votación de más del 58 % a Kamala Harris, rival electoral del actual mandatario.

“Nunca había visto nada así”

Los Ángeles es una ciudad de casi 4 millones de habitantes y de 12 millones en su área metropolitana. Se estima que alrededor de un millón de ciudadanos son inmigrantes ilegales, y más del 60 % es de ascendencia latina. Por esto, es fácil entender cómo la indignación de la ciudadanía se terminó reflejando en el enojo contra el ICE y Donald Trump. Alrededor de 15.000 colombianos viven allí, y algunos de ellos hablaron con SEMANA sobre lo que han padecido en los últimos días.

Luego de dar inicio en Los Ángeles, las manifestaciones se extendieron a otras grandes ciudades con altas cifras de migrantes. | Foto: gettyt images

“Vivo en Los Ángeles hace 12 años; he visto disturbios y protestas. Dentro de todo, la gente de la ciudad sí es muy de manifestarse, pero creo que lo que se está viviendo es algo único; nunca había visto algo así. Hasta cierto punto lo entiendo, la gente está muy cansada de la persecución, de la estigmatización. Yo hace varios años que soy legal, pero es que eso ni siquiera es garantía de que no te detengan”, le narra a SEMANA Víctor Navas, un ciudadano colombiano.

Esa realidad se evidencia en un hecho que se ha reportado en medios de comunicación y distintas organizaciones: la presión de Trump sobre el ICE se está haciendo insoportable, pues, según lo reveló NBC News, la administración del republicano estaría deportando menos personas que lo que hacía Joe Biden. Es por eso que ahora agentes vestidos de civil recorren las calles buscando indocumentados hasta debajo de las piedras.

“No lo voy a negar, se siente mucho miedo y zozobra. Llevo casi un año acá, por lo que soy de la población más sensible para agarrar y devolver. Por eso apoyo mucho las manifestaciones de la gente, es un atropello. Nosotros solo vinimos acá a trabajar honradamente e intentar darle un mejor futuro a nuestra familia en Colombia”, comenta Julián Ibarra, un joven desde Los Ángeles.

Asimismo, para los habitantes no es fácil ver las calles militarizadas, cuando lo que aseguran es que las protestas podrían ser tratadas de otra manera. Para muchos, el camino es que el Gobierno Trump opte por desescalar algunas de las medidas más extremas para detener inmigrantes ilegales y deportarlos sin siquiera poder apelar la decisión, ya que muchos no solo han hecho una vida en Estados Unidos, sino que también tienen familia en el país que podría quedar a la deriva.

x
La Guardia Nacional patrullando las manifestaciones en Los Ángeles, California. | Foto: MediaNews Group via Getty Images

En redes sociales, decenas de videos se han hecho virales de cómo madres ruegan para no ser detenidas por el ICE para su posterior expulsión del país. “Sí, he visto eso. Me parece tenaz, porque uno ve los videos y se imagina lo que le podría pasar a uno. Yo tengo dos niñas, de 12 y 10 años; no me imagino qué haría yo sin ellas y ellas sin mí. Espero que esas protestas ayuden al señor presidente a reflexionar sobre nuestra situación, pero sé que es difícil”, narra Martha Clavijo en San Francisco.

Por ahora, parece bastante improbable que el Gobierno Trump recule en su misión de deportar masivamente a los inmigrantes ilegales.

Mientras tanto, el mandatario mantiene una dura confrontación con el gobernador Newsom, haciendo incluso serias amenazas de encarcelarlo si sigue oponiéndose a sus medidas migratorias y a su respuesta a las manifestaciones.

Por ahora, a pesar de que en su intensidad ha disminuido, las protestas continúan y más ciudades se suman al rechazo contra la Casa Blanca.