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¿Regresó el odio a los judíos?
Un alto funcionario de Alemania recomendó no usar la kipá en la calle, generando enorme revuelo en el país y abriendo el debate sobre el antisemitismo y qué tan seguros están los judíos.
Estamos en un supermercado kosher en algún lugar de Berlín. Ismael llega pocos minutos antes de que comience su turno. Lleva un gorro beige bajo el cual esconde una kipá. Ismael, que prefiere que su verdadero nombre no se dé a conocer, puede entender las declaraciones que hizo el pasado fin de semana el comisionado federal contra el antisemitismo, Felix Klein. Éste dijo que sería bueno que, en determinados contextos, los judíos no usaran la kipá, el sombrero tradicional que usan los hombres que profesan esa religión.
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"A veces es realmente peligroso para nosotros usar la kipá, especialmente en Berlín. Por eso muchos la esconden bajo otro sombrero, como yo”, dice Ismael. Pero dejar de usar la kipá es un tema que ni se le pasa por la cabeza. "Los judíos siempre usaremos la kipá, da igual lo que los otros nos recomienden. Es una declaración de principios”, afirma Ismail, que dice haber tenido suerte: hasta ahora no le ha pasado nada.
Felix Klein.
Israel se horroriza
Lo concreto es que los casos de antisemitismo se han incrementado. Según las estadísticas criminales, en 2018 hubo 1.799 delitos antisemitas. Eso es casi un 20 por ciento más que en 2017. Klein justificó sus palabras y el incremento de los delitos con la "creciente desinhibición y embrutecimiento de la sociedad”, que son caldo de cultivo para el antisemitismo. "A esto han contribuido enormemente internet y las redes sociales, pero también los continuos ataques a nuestra cultura del recuerdo”, explicó.
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El presidente de Israel, Reuven Rivlin, reaccionó horrorizado ante la advertencia de Klein y criticó la "capitulación de Alemania frente al antisemitismo”. Nuevamente los judíos no están seguros en el país.
¿Capituló Alemania?
Sigmount Königsberg, comisionado de la comunidad judía de Berlín en temas de antisemitismo, no considera la declaración de Klein una capitulación, sino un llamado de atención, que en todo caso fue presentado de forma muy débil y formulado de manera poco feliz. "Yo habría esperado que él agregara inmediatamente que haría todo lo posible para que los judíos que viven en Alemania puedan usar en todas partes y todos los días - y noches - sus kipás en la calle. Eso habría sido un mensaje claro a los antisemitas”, piensa Königsberg.
Josef Schuster.
La comunidad judía en Alemania exhortó a las autoridades a tomar cartas en el asunto. "Hace ya bastante tiempo que es un hecho concreto que los judíos que viven en algunas grandes ciudades están en peligro si son reconocidos como tales”, dice el presidente del Consejo Central de Judíos, Josef Schuster, quien afirma que advirtió de esto "hace ya dos años”. "Sería muy bueno si este problema recibe mayor atención a nivel político”, agrega, convencido de que toda la sociedad debería hacer suya la lucha contra el antisemitismo. Al mismo tiempo, reconoce que se sienten "suficientemente protegidos por la policía y las agencias de seguridad”.
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El gobierno es responsable
Los políticos reaccionaron prontamente. El lunes, el portavoz de la canciller Angela Merkel, Steffen Seibert, dijo que "el Estado debe garantizar la libertad de culto. Y por eso, para decirlo con claridad, es tarea del Estado asegurar que cualquier persona, en cualquier lugar de nuestro país, pueda moverse con seguridad con su kipá. Esa es nuestra responsabilidad y, por supuesto, esto es válido también para quienes porten otros símbolos religiosos”.
Para Königsberg, el reconocimiento público del problema del antisemitismo es un paso importante: "El antisemitismo no desaparecerá de la noche a la mañana, pero este reconocimiento es el primer paso. En el pasado, el antisemitismo ha sido pasado por alto muchas veces”. (dz/ers)
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Francia rechaza el antisemitismo
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