Resuelven en Canadá un crimen dormido de hace casi 50 años

Un caso como para Casos no resueltos, el popular programa de A&E, se acaba de dar en Canadá, país que desde hacía 48 años se preguntaba realmente que pasó con Sharron Prior, una jovencita de 16 años.

Una noche de 1975, la joven, residente del suburbio de Longeuil, en Montreal, salió a comer pizza con unas amigas, pero nunca regresó a casa. Tres días después, su fue encontrada sin vida y con señales de violación en una zona boscosa.

El asesinato conmocionó al país norteamericano, cuyos medios de comunicación dedicaron reportajes extensos que trataban de desentrañar la verdad. Las autoridades también buscaron por cielo y tierra al autor del delito, pero todo fue en vano.

Con los años, la atención dejó de ser tan intensa como durante los días en que el caso estuvo en furor. De todos modos, cada cierto tiempo aparecía un titular que se volvió costumbre: ¿Quién mató a Sharron? o ¿Qué pasó con Sharron?

Las preguntas que rondaron por medio siglo en la prensa canadiense, a la postre, han quedado resueltas con un reciente anunció de la policía de Longeuil: tras investigar a unos 50 sospechosos, se logró determinar que el asesino fue Franklin Maywood Romine, un hombre con serios antecedentes criminales y quien por varios años se movió entre Canadá y Virginia Occidental, en Estados Unidos, para evadir a la justicia.

Ahora, el peso de la ley le cayó, literalmente, en la tumba, pues las autoridades comprobaron que fue el autor del crimen, gracias a pruebas de ADN realizadas con sus restos, ya que Romine murió en 1982.

Romine se volvió una persona de interés para la Policía por medio de la revisión de los archivos judiciales de la época en que Sharron fue asesinada.

Al descubrir que él reunía el perfil como sospechoso, las autoridades canadienses se pusieron en contacto con las de Virginia Occidental, con la cual trabajaron en conjunto para reconstruir los pasos de Romine.

Salió a la luz que, en 1974, el asesino había sido arrestado en Parkersburg, en el mismo estado, por irrumpir en una casa y violar a una mujer.

Escarbando en la presa de la época, los detectives lograron establecer que, tras pagar una fianza de 2.500 dólares por ese delito, dos meses después viajó a Canadá, según un reporte de la agencia AP.

Fue durante esa estadía que violó y dio muerte a la Sharron, pero nadie lo sabía.

Meses después de su llegada a Canadá, la policía de ese país lo arrestó y deportó a Virginia Occidental, donde lo esperaba una condena de cárcel, por el caso de Parkersburg.

Al salir de prisión, Romine volvió a establecerse en Canadá, donde murió en circunstancias que nunca han sido aclaradas del todo por la justicia.

Marc Sorsaia, fiscal de Virginia Occidental que participó en el esclarecimiento de la muerte de Sharron, deploró ante la prensa cualquier crimen que la violación y asesinato de una adolescente. “Es una combinación del elemento más vil de la raza humana con el más inocente, una niña. Hay cosas peores que la muerte y perder a una hija, para una madre, para una familia, en esas circunstancias, es una de ellas”.

A propósito, la madre de Sharron, Yvonne Prior, sigue viva. Con 80 años, seguro ahora puede morir tranquila, tras cinco décadas tratando de hallar la verdad sobre la muerte de su hija, un empeño en el que no se rindió nunca.