MUNDO
Rusia condenó a un colombiano a 14 años de cárcel por combatir con el ejército ucraniano
El mercenario será internado en una cárcel de “máxima seguridad”.

La Justicia de Rusia condenó este lunes, 28 de julio, a 14 años de prisión, a los mercenarios Óscar Hoyos Alzate, de origen colombiano y al francés Sylvain Bernard Caupin, a quienes ha hallado culpables de combatir del lado del Ejército de Ucrania en el marco de la invasión rusa del territorio.
El Comité de Investigación de Rusia ha indicado en un comunicado que ambos tendrán que ser encarcelados en una prisión de “máxima seguridad”. Tal y como señala el texto, el tribunal ha hallado pruebas “suficientes” para emitir la condena.
Por ello, se han emitido sendas órdenes de arresto a nivel internacional en su contra, y ambos han pasado a figurar en la lista de busca y captura del Gobierno ruso. La Justicia ha establecido que los dos han estado combatiendo junto a militares rusos desde 2023 a cambio de dinero.

El 16 de julio, un tribunal militar ruso condenó a 24 años de prisión al mercenario paraguayo Jorge Adrián Lugo Jiménez.
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Desde el inicio de la guerra en Ucrania en 2022, se ha documentado la presencia de ciudadanos colombianos entre los combatientes extranjeros, tanto en el ejército ucraniano como en grupos de apoyo militar.
Muchos de estos colombianos son exmilitares o exmiembros de fuerzas especiales que han sido reclutados debido a su experiencia en combate.
El reclutamiento suele realizarse mediante redes sociales, intermediarios o incluso agencias privadas de seguridad que actúan como puente entre los interesados y las fuerzas ucranianas.

Los motivos que impulsan a los colombianos a unirse al conflicto varían. Algunos lo hacen por razones económicas, ya que se les ofrece un salario considerablemente superior al que podrían recibir en su país.
Otros alegan motivos ideológicos, como el apoyo a la causa ucraniana frente a la invasión rusa. No obstante, también se han reportado casos de engaños, promesas incumplidas y condiciones precarias, lo que ha generado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y autoridades colombianas.
Ante este fenómeno, el gobierno colombiano ha advertido sobre los riesgos legales y personales que implica participar en un conflicto extranjero, subrayando que no respalda este tipo de reclutamiento.
A pesar de ello, la falta de oportunidades laborales y la experiencia militar de muchos colombianos sigue alimentando esta tendencia.

La situación continúa siendo monitoreada por organismos internacionales y medios de comunicación, mientras persisten los debates éticos y políticos sobre la participación de combatientes extranjeros en la guerra.
*Con información de Europa Press.