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Siguen las tensiones dentro del círculo de Donald Trump por el archivo del caso Epstein. ¿Qué hará el presidente?
La controversia está creando una fisura entre el Partido Republicano y el presidente en un momento de grandes decisiones.
El caso del fallecido empresario y depredador sexual Jeffrey Epstein está sacudiendo el panorama político estadounidense, esta vez con consecuencias directas para el presidente Donald Trump.
La publicación de un memorando del Departamento de Justicia, en el que se afirma que no existen pruebas de una lista de clientes vinculados al multimillonario ni indicios de que Epstein haya sido asesinado en prisión, lejos de cerrar el caso, ha alimentado las teorías conspirativas entre sectores de la base republicana y un creciente descontento en los seguidores más acerrimos del presidente, en el denominado grupo de Hacer a Estados Unidos Grande de Nuevo (Maga, por sus siglas en inglés).
La controversia está eclipsando las acciones de la Casa Blanca, que busca desviar tales especulaciones. Pero recientemente el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, se refirió al caso Epstein pidiendo la publicación completa de los documentos relacionados con el fallecimiento del multimillonario acusado de abuso sexual a menores.
El posicionamiento del presidente de la Cámara parece demostrar una grieta entre Trump y sus aliados en el Congreso. Así como él, varios se pronunciaron sobre la relación del mandatario con el caso Epstein, afirmando no estar de acuerdo con la información publicada hasta ahora.
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Entre estos se encuentran el representante Ralph Norman (Carolina del Sur), que dijo a la CNN sobre el caso que “está bien, pero no quiero que esto lo perjudique, y la transparencia es el mejor camino”, aseguró en defensa del mandatario republicano.
Así mismo, la representante Marjorie Taylor Greene, republicana de derecha de Georgia y seguidora de Trump en el Congreso, anteriormente ha dicho que es su “presidente favorito”, pero en los últimos días lo ha criticado por no revelar los archivos ni hacer una evaluación completa del caso que ha generado una gran polémica en los estadounidenses.
En una entrevista, después de que el Departamento de Justicia se refiriera al caso y dijera que no sería “apropiado ni justificado” revelar más información, la representante Greene expresó que era un giro total sobre lo que se había dicho de antemano, y que la gente no estará dispuesta a aceptarlo.
Las fisuras entre los republicanos y Trump parecen crecer en una época de decisiones bélicas que muchos de sus simpatizantes critican, con respecto a Irán, Ucrania y Gaza, y que aseguran que van en contra de sus promesas de campaña para finalizar la implicación de Estados Unidos en conflictos extranjeros.
Por su parte, Trump se mantiene al margen y calificó este martes la investigación del caso de Jeffrey Epstein como “aburrida” y que no entendía por qué había generado tanto revuelo. También expresó confiar plenamente en el criterio de la fiscal Pam Bondi.
Mientras tanto, el Departamento de Justicia busca disuadir los rumores y especulaciones y dejan que Bondi hable por el presidente, priorizando otros temas de la agenda Trump. Se cree que la polémica podría terminarse pronto, aunque siguen las presiones y el descontento de los republicanos y seguidores del mandatario.
