Estados Unidos
Sistema electoral y derechos LGBTI+: Las revisiones que hará la Corte Suprema de EE. UU.
Después de la anulación del derecho al aborto en el país, podrían llegar otras polémicas dos decisiones de parte del órgano judicial.
Después de varios meses desde que la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió anular el derecho al aborto en todo el país, están en discusión otras dos políticas que podrían marcar el rumbo del país norteamericano en los próximos años, más teniendo en cuenta el dominio conservador que existe desde hace algunos años en la Corte.
Actualmente, el órgano judicial está compuesto por seis conservadores y tan solo tres liberales, esto después de que durante su mandato, Donald Trump logró imponer tres jueces republicanos, algo jamás visto en la historia del país y que terminó por reversar el famoso fallo de Roe vs Wade, que proclamaba el aborto como un derecho federal en todo el territorio estadounidense.
Pero lejos de querer acabar cualquier polémica o protesta, la Corte se encuentra revisando otros dos casos que podría determinar el futuro próximo en los Estados Unidos, uno ligado a la forma en que los ciudadanos escogen a sus gobernantes y el otro ceñido a los derechos de la comunidad LGBTI+, los cuales tendrían una sentencia durante las próximas semanas.
En el primer lugar, se trata del caso del Carolina del Norte, un estado controlado actualmente por republicanos donde el año pasado se aprobó un nuevo mapa electoral en el cual el partido podría tener una ventaja en 10 de los 14 distritos de cara unas elecciones venideras. Más teniendo en cuenta que es un estado en el cual ni el Partido Republicano ni el Demócrata tienen un poder consolidado, sino es considerado como un ‘estado gris’.
En el pasado, la Corte Suprema del estado había concluido que el mapa era partidista a favor de los republicanos y estaría violando varias normas que impulsan la igualdad electoral en el país, sabiendo que las elecciones intermedias de este año estaban muy cerca y podrían ayudar a darle más fuerza al Partido Republicano.
En respuesta, los republicanos demandaron la decisión ante la Corte Suprema que abarca a todo el país alegando que los órganos judiciales locales no pueden revisar, aprobar o rechazar el diseño electoral de cada estado, por lo cual la decisión debía ser considerada ilegal.
Si en dado caso, la Corte decidiera hacer caso a las peticiones de los republicanos de Carolina de Norte, los estados podrían aprobar las normas electorales que a ellos les parezcan en su territorio, esto sin importar si son políticas diseñadas para aislar grupos minoritarios o favorecerlos. Además, aumenta la preocupación de que dicha herramienta pueda ser usada para desconocer resultados en elecciones presidenciales si el ganador no concuerda con la posición estatal.
El otro caso es el de Lorie Smith, una diseñadora gráfica en Colorado que trabaja creando contenido en la web para aquellas parejas que piensas casarse. Por sus creencia, considera que matrimonio solo debería ser entre el hombre y una mujer, por lo cual se niega a ofrecer su servicios a parejas del mismo sexo, pero todo el lío judicial inició porque quiere publicar en sus redes el por qué se niega a laborar con estas comunidades, algo considerado como discriminatorio.
En anteriores ocasiones, dos cortes distintas han fallado contra la mujer, argumentando que su férrea decisión de que prestar sus servicios y querer publicitar sus razones van en contra de las legislaciones estatales, las cuales prohíben discriminar a una persona por razones religiosas, raciales o por su orientación sexual.
Mientras tanto, Smith alega que en contraste, se le vulneran sus convicciones religiosas al obligarla a ofrecer sus servicios a personas de la comunidad LGBTIQ+. La Corte por su parte, alega que no está revisando este aspecto, sino que evalúa si estas prohibiciones violan el derecho a la libertad de expresión, el cual también es protegido por la constitución estadounidense. Por lo cual, también tendrán que decidir acerca de si es legal que un comercio pueda decir públicamente que no presta sus servicios a personas homosexuales por considerarlos incorrectos moralmente.