África
Somalia, ahogado en violencia, pero sin nada de agua: claves para entender por qué es un Estado fallido
La violencia del extremismo religioso, más la dura situación climática y humanitaria, hacen que este país africano se acerque más y más a una hambruna inminente.
Somalia se cae a pedazos y así mismo su población. No hay comida, no hay agua, no hay paz y no hay escapatoria. Este jueves 23 de febrero se registraron otras 100 muertes a causa de uno del conflicto contra las tropas separatistas de Somalilandia, y los ataques terroristas de la rama de Al Qaeda, Al Shebab, no paran.
La República Federal de Somalia es un país ubicado en el cuerno de África al extremo oriente de este continente. Desde 1991 enfrenta una guerra civil casi crónica con la región separatista conocida como República de Somalilandia, y además tiene presencia de grupos extremistas islámicos en su territorio.
Su economía se basa en la agricultura y la ganadería, pues cuenta con extensas llanuras que lo permiten. Pero para cultivar no solo se necesita tierra, también se necesita agua, y en Somalia desde hace dos años solo llueven balas. A continuación están las claves para entender por qué este país se considera un “Estado Fallido”.
No hay agua
Somalia es un país sin estaciones que depende de las dos temporadas de lluvias anuales, el problema es que hace 5 temporadas que no llueve, o sea dos años y medio. Esto ha hecho que cultivar se vuelva imposible y que millones de cabezas de ganado hayan muerto. Por ende, el clima se ha vuelto insoportable, olas de calor, llanuras áridas y por supuesto, nada de alimentos.
Esta crisis se debe al calentamiento global causado por la emisión de gases de efecto invernadero. En los últimos años, las lluvias torrenciales, incendios forestales, sequías y olas de calor han aumentado a causa del deterioro de la capa de ozono y del daño ambiental grave generado por la acción humana. Somalia emite menos dióxido de carbono que Bogotá, y aun así paga las consecuencias de las emisiones de las grandes potencias mundiales como Estados Unidos.
Hambruna
Como causa directa de la sequía está la inminente hambruna. En 2011 Somalia vivió la peor sequía del siglo XXI, la cual dejó 260.000 personas muertas tras tres temporadas de sequía. En esta ocasión van 5, pero el gobierno se rehúsa a declarar estado de hambruna, ¿la razón?, por ley le tocaría destinar gran parte de los fondos para mitigarla y sacrificar el presupuesto para otros proyectos.
Pero la situación es cada vez más grave, la ONU estima que para mayo o junio el número de niños con desnutrición severa será 1,8 millones. Esta cifra se suma a los 3,8 millones de desplazados que ha dejado el clima en el país. A inicios de febrero, el secretario de las Naciones Unidas, Antonio Guterres anunció que la ONU donaría 250 millones de dólares para frenar la hambruna en varios países de áfrica incluido Somalia, pero esta, junto con la donación de otros países como Estados Unidos solo la retrasan, no la evitan.
Para empeorar la situación, la crisis post pandemia y la guerra de Ucrania han encarecido las importaciones de alimentos y de combustible, haciendo que económicamente sea más difícil llevarle alimento a la población. Hay que añadir, que además, los grupos terroristas como Al Shebab, incautan la comida y las ayudas humanitarias en las carreteras que controlan, y eso lleva al siguiente punto.
Al Shebab
Una de las ramas más hostiles y activas de la organización islámica terrorista Al Qaeda se encuentra en territorio Somalí y se llama Al Shebab. Este grupo desde finales del año pasado ha aumentado sus niveles de violencia perpetrando cada vez más ataques en contra del país.
Esto se debe a la victoria en las elecciones de 2022 del expresidente Hassan Sheikh Mohamud, quien ha prometido retomar la premisa de su mandato anterior: “Guerra total al terrorismo”. Mohamud, se ha tomado esto muy en serio y desde su posesión ha logrado neutralizar y dar de baja a varios miembros de esta organización, lo que ha hecho que aumente los ataques a manera de retaliación.
La guerra que no para
Por último, otro de los factores que tiene al país africano en jaque es la guerra civil. Somalia, al igual que muchos países en África fue una colonia europea, lo que significó que muchas tribus, con idiomas, culturas, políticas e ideologías diferentes fueran unidas a la fuerza en un mismo territorio y bajo una misma bandera. Esto ha conllevado en el continente africano una serie de desacuerdos y guerras civiles sangrientas como el genocidio de Ruanda, y Somalia no es la excepción.
En 1991, las regiones de Awdal, Woqooyi Galbeed, Togdheer, Sanaag y Sool decidieron separarse de Somalia y conformar la República de Somalilandia. Este hecho, causó una guerra civil que al día de hoy no para. la frontera entre ambos territorios es violenta e incesante.
Desde el 6 de febrero de este año, el gobierno de Somalia empezó a presionar a la región de Sool de unirse al gobierno central, o sea dejar Somalilandia, lo que ocasionó un fuerte estallido de violencia. El epicentro es la ciudad capital de Las Anod, dónde nada más ayer el conflicto dejó un saldo de 150 muertos y al menos 500 heridos.
La situación empeora según lo reportado por el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, quien reportó que las tropas de Somalilandia no dejan pasar a las ambulancias ni a la ayuda humanitaria a la región.
Todos estos factores, solo hacen que la situación de Somalia empeore día a día y que sus habitantes no vean una salida cercana. Es un país corrupto, violento y abandonado por el mundo y por su propio estado.