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Termina la mayor expedición de búsqueda del monstruo del lago Ness en 50 años, ¿qué concluyeron los investigadores?
La leyenda del monstruo del Lago Ness se remonta al siglo VI.
Durante el fin de semana, el Centro del Lago Ness se unió a cientos de voluntarios para “The Quest”, una búsqueda del lago de agua dulce de 23 millas de largo en Escocia donde, desde el siglo VI, la leyenda de un monstruo de gran tamaño acecha sin ser detectado.
Los expedicionarios no escatimaron en medios, incluyendo drones equipados de escáneres térmicos, barcos con cámaras infrarrojas o un hidrófono, para intentar desentrañar el misterio.
“Nuestro objetivo siempre ha sido grabar, estudiar y analizar toda suerte de comportamientos y fenómenos naturales difíciles de explicar”, declaró Alan McKenna, del equipo de búsqueda Loch Ness Exploration, formado por voluntarios y organizador de la “caza” del pasado 26 de agosto.
Los investigadores creían que los escáneres térmicos podían ayudar a identificar cualquier anomalía, en tanto el hidrófono podía detectar cualquier grito inusual en las aguas del lago, de 56 km² y 240 metros de profundidad.
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“Escuchamos algo. Escuchamos cuatro ‘gloops’ distintivos”, dijo a la agencia Reuters Alan McKenna, líder de la búsqueda. “Todos nos emocionamos un poco, corrimos para asegurarnos de que la grabadora estuviera encendida y no enchufada”.
Pese a los comentarios de los investigadores, la mayor cacería del monstruo del Lago Ness en décadas terminó el domingo en Escocia sin encontrar ninguna evidencia concluyente de la famosa bestia.
A voluntarios de todo el mundo se les asignaron 17 lugares alrededor del lago para monitorear cualquier señal de Nessie, mientras que otros subieron a botes. Mientras tanto, cientos de fanáticos observaron el lago Ness a través de cámaras web, según DW.
McKenna y su equipo fueron al lago varias veces y dejaron caer un micrófono submarino, llamado hidrófono, con la esperanza de resolver el misterio. Durante una de las pruebas del viernes se escucharon “ruidos extraños”, afirmó. Sin embargo, una inspección realizada el domingo en el mismo lugar no reveló nada.
El misterio del monstruo del lago Ness
La presencia de un monstruo en el Loch Ness es una leyenda que se remonta a la antigüedad: existen piedras talladas, realizadas por los pictos (tribus celtas) que vivían entonces en la región, en las que hay representada una misteriosa bestia con aletas.
La primera huella escrita sobre la criatura data del año 565 d.C., en una biografía del monje irlandés San Columba, evangelizador de Escocia en el siglo VI, que explicaba haberle ordenado al monstruo que se batiera en retirada.
De la primera observación moderna de Nessie dio cuenta un diario local en mayo de 1933. Un empresario de la zona y su esposa circulaban a orillas del lago cuando se vieron sorprendidos por “una enorme ola”. En diciembre de 1933, el diario británico The Daily Mail contrató a un cazador sudafricano, Marmaduke Wetherell, para localizar a la criatura. El hombre dijo haber encontrado unas grandes huellas, pero se demostró que eran falsas.
En 1934, el médico inglés Robert Wilson tomó lo que más tarde se conocería como “la foto del cirujano”, una imagen en la que se ve lo que parecen ser el largo cuello y la cabeza de Nessie emergiendo del agua. Aunque resultó ser un montaje, propulsó la popularidad del lago Ness en todo el mundo.
Según el Loch Ness Centre, hasta ahora se han notificado más de 1.100 observaciones oficiales de Nessie, y el monstruo reporta cada año millones de libras esterlinas a la economía escocesa gracias al turismo.
¿Un reptil marino?
A lo largo de los años, científicos y aficionados han intentado encontrar pruebas de la presencia de un gran pez en las profundidades del lago, y hay quien ha sugerido que el monstruo podría ser un reptil marino, como un plesiosaurio.
En 1972, el Loch Ness Investigation Bureau emprendió una de las mayores búsquedas en el lago hasta la fecha, en vano.
Y quince años después, durante la operación Deepscan, se desplegó un sónar por todo el lago. Sus organizadores aseguran que encontraron un “objeto no identificado de un tamaño y una fuerza inusuales” en lo más hondo.
En 2018, un grupo de investigadores realizó un estudio de ADN en el lago Ness para determinar qué organismos viven en sus aguas. Aparte de numerosas anguilas, no hallaron mucho más.
“Este fin de semana nos da la oportunidad de registrar las aguas de forma inédita y estamos impacientes por ver qué vamos a encontrar”, había explicado Paul Nixon, director general del Loch Ness Centre.
Los impulsores de la iniciativa buscaron voluntarios para vigilar cualquier movimiento en el agua o cualquier otro hecho inexplicable durante este fin de semana, pero a causa de la “demanda aplastante” por parte de los aficionados, el grupo ya no acepta más candidatos.
Con información de AFP*