Trump despide funcionarios del Departamento de Justicia que lo han investigado desde su primer gobierno

El lunes se tomaron represalias en contra de los abogados que dirigieron investigaciones en contra de Donald Trump, dando una señal de la deposición en la agenda del departamento de tomar medidas que protejan los intereses personales del presidente de Estados Unidos, además de ser una clara medida que cumple la promesa de Trump de sacar del gobierno a todos los trabajadores que percibe como desleales a su política.

Los despidos de los fiscales -que trabajaron en el equipo del fiscal especial Jack Smith- fueron con efecto inmediato, y se produjeron días después de la reasignación de varios funcionarios de carrera hacia distintas divisiones del gobierno. La decisión del Gobierno se tomó a pesar de que los fiscales de base tradicionalmente permanecen en sus cargos a través de los diferentes gobiernos y no son castigados por su participación en investigaciones delicadas.

El fiscal Smith renunció al Departamento de Justicia a principios de mes, luego de presentar un informe de dos volúmenes sobre las investigaciones de los esfuerzos de Trump para anular los resultados de las elecciones presidenciales en el 2020, y por almacenar documentos confidenciales en su finca Mar-a-Lago en Florida. Jay Bratt, otro miembro de su equipo, también renunció hace unas semanas después de ocupar el cargo de fiscal principal en el caso de documentos clasificados.

“Este día, el secretario de Justicia interino James McHenry despidió a algunos funcionarios del Departamento de Justicia que desempeñaron un importante papel en los procesos contra el presidente Trump”, dijo un funcionario del Departamento de Justicia en un comunicado. “A la luz de sus acciones, el secretario de Justicia Interino no confía en que estos funcionarios ayuden a implementar fielmente la agenda del presidente. Esta acción es parte de la misión de dejar de utilizar al gobierno como arma”.

Este es el intento más reciente por cambiar el rumbo de las investigaciones penales que, durante años, ensombrecieron la candidatura de Trump y que fueron el origen de varios cargos formales, pero no ha sido el único. El presidente, el mismo día de su investidura, emitió una serie de indultos y conmutó sentencias a más de 1.500 partidarios que fueron acusados como parte de los ataques del 6 de enero en el Capitolio federal.

Esta fue una concesión de clemencia que benefició a aquellos que fueron declarados culpables de ataques violentos contra la policía, y a los líderes de grupos de extrema derecha condenados por elaborar planes para mantener al republicano en el poder.

El mandatario ha tratado desde hace mucho tiempo ejercer control sobre el departamento que lo investigó durante su primera etapa como presidente. En diferentes oportunidades ha manifestado que espera recibir lealtad de una comunidad policial entrenada para poner los hechos, las evidencias y la ley por encima de la política.

*Con información de AP.