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Trump pierde batalla. Regresa migrante que había sido deportado por error fuera de Estados Unidos
Según el fallo, el gobierno no cumplió con los pasos requeridos para enviar a un migrante a un país que no es su lugar de origen.

Un ciudadano guatemalteco identificado como O.C.G., un seudónimo utilizado en el proceso judicial, ha regresado a Estados Unidos luego de ser deportado por error a México, según informó la cadena CNN. Se trata de la primera vez que el gobierno de Donald Trump autoriza el retorno de un inmigrante tras una orden judicial que cuestionó la legalidad del procedimiento migratorio.
O.C.G. aterrizó en territorio estadounidense el miércoles y se comunicó de inmediato con su equipo legal, encabezado por Trina Realmuto, directora ejecutiva de la organización National Immigration Litigation Alliance.
En declaraciones a CNN, Realmuto explicó que el migrante podría quedar bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), aunque aún no se ha confirmado dónde será detenido.
La medida se da en cumplimiento de una orden emitida por el juez federal Brian Murphy, quien determinó el mes pasado que la deportación de O.C.G., primero a México y luego a Guatemala, probablemente violó su derecho al debido proceso. Según el fallo, el gobierno no cumplió con los pasos requeridos para enviar a un migrante a un país que no es su lugar de origen.
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O.C.G. ya había ingresado previamente a Estados Unidos y fue deportado. En 2024 volvió a cruzar la frontera, esta vez en busca de asilo, tras haber sufrido “múltiples ataques violentos” en Guatemala, de acuerdo con documentos judiciales citados por CNN.
Durante ese segundo trayecto, fue víctima de violación y secuestro con fines de extorsión en México, una situación que relató ante un juez de inmigración.
A pesar de que en 2025 un juez determinó que no debía ser enviado de vuelta a Guatemala, el gobierno lo deportó a México apenas dos días después. O.C.G. sostiene que no tuvo oportunidad de expresar su temor por ser expulsado a México y que sus intentos de contactar a un abogado fueron ignorados.
El gobierno inicialmente argumentó que el migrante había dicho no tener miedo de ser enviado a México. Sin embargo, esa afirmación fue retirada posteriormente al no poder presentar a ningún funcionario que confirmara dicha declaración.
En su fallo, el juez Murphy enfatizó que O.C.G. sí expresó su temor durante el proceso, y que México no podía ser considerado un país de retorno sin antes cumplir con procedimientos adicionales.

Este caso ocurre en paralelo a otros similares que han puesto en entredicho el cumplimiento de órdenes judiciales por parte de la administración Trump en materia migratoria. Uno de ellos es el de un joven venezolano deportado por error a El Salvador.
Durante una audiencia reciente, la jueza federal Stephanie Gallagher criticó duramente a los funcionarios estadounidenses por no tomar medidas concretas para facilitar su regreso desde una megacárcel salvadoreña, como lo había ordenado el tribunal.
En otro proceso, la jueza federal Paula Xinis, que lleva el caso de Kilmar Ábrego García, un hombre que asegura que también deportado por error a El Salvador en marzo, ha denunciado reiteradas evasivas por parte del Departamento de Justicia y de otros funcionarios del régimen de Trump. Según la magistrada, no se ha avanzado en esclarecer qué se está haciendo para garantizar el regreso del migrante, tal como exige la ley.
Este retorno de O.C.G. marca un precedente judicial importante, y aunque no representa un cambio de política formal por parte del gobierno Trump, sí evidencia las tensiones crecientes entre el poder judicial y la Casa Blanca frente a los límites legales de las deportaciones.