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Una joven asesinó a su mamá después de que descubriera un secreto de ella; esta es la condena que puede recibir
Además de asesinato, la joven fue acusada de agresión criminal y manipulación de pruebas.
En Estados Unidos, en el estado de Ohio, una mujer de 23 años, mató a su madre golpeándola con una sartén de hierro y luego apuñalándola varias docenas de veces, después de que esta hubiera descubierto que la joven había sido expulsada de la universidad.
¿Qué pasó?
De acuerdo con el diario New York Post, la joven Sydney Powell, originaria de Akron en Ohio, fue declarada culpable de asesinato, agresión criminal y manipulación de pruebas, tras el atroz crimen.
Los hechos ocurrieron en marzo de 2020 y la joven tenía entonces 19 años.
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Lo impresionante del caso es que tras golpear a su madre con un sartén, la joven la apuñaló en varias ocasiones. “En marzo de 2020, Powell golpeó a Brenda Powell en la cabeza con una sartén de hierro y luego la apuñaló casi 30 veces en el cuello”, dijo la oficina en un comunicado.
#JuryDeliberations are underway in the #MotherStabbedMurderTrial. #SydneyPowell is accused of killing her mother. She pleads not guilty by reason of insanity. The state claims she wasn't insane because of the conscious lying she did up until the day of the murder. pic.twitter.com/qcG5jHbwyr
— Court TV (@CourtTV) September 19, 2023
Crimen
Durante el juicio del caso, que ha causado conmoción en Estados Unidos, la Fiscalía mostró que la joven había tenido expresamente la intención de matar: “Sydney dejó de atacar con la sartén y presumiblemente fue a la cocina con un cuchillo”, explicaron.
Luego la Fiscalía añadió: “Tuvo que cambiar de arma y seguir atacándola... ¿Solo el cuchillo en el cuello varias veces? Eso tiene un propósito. Eso es intentar acabar con alguien”, aclararon, explicando que Sydney llevó a cabo el ataque mortal porque no quería que su secreto fuera revelado.
Condena
Powell, quien era estudiante de la Universidad Mount Union, recibió con llanto el pasado miércoles la sentencia de culpabilidad, de acuerdo con lo que reporta el New York Post.
De acuerdo con James Reardon, uno de los tres expertos en defensa que hicieron el diagnóstico, dijo que la joven había sufrido un brote psicótico cuando mató a su madre, a quien de hecho consideraba su mejor amiga. Sin embargo, Sylvia O’Bradovich, psicóloga contratada por los fiscales del caso, no aceptó esa hipótesis y afirmó que la joven no cumplía con la definición legal de locura en el momento del crimen.
Steven Powell, el padre de la joven Sydney y marido de la víctima, así como su abuela materna, habían buscado que el crimen se resolviera sin la necesidad de llegar a un juicio; sin embargo, la fiscalía consideró importante que hubiera uno y que fuera un jurado el que decidiera el caso.
Aunque todavía no hay claridad sobre la pena, la joven podría recibir un máximo de cadena perpetua tras las rejas, con la posibilidad de libertad condicional después de 15 años, pero por el delito de manipulación de pruebas la condena podría aumentar.