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Vietnam, alternativa para EE. UU. que busca reducir dependencia de China
Este país se convirtió en un destino popular entre algunas de las empresas más importantes del mundo.
Vietnam se presenta como una alternativa para Estados Unidos, que busca reducir su dependencia de China. Pero su escasez de mano de obra altamente calificada y sus infraestructuras sobrecargadas limitan su potencial.
El presidente estadounidense Joe Biden viajará el domingo a la capital, Hanói, para una visita rápida, en un contexto de mayor cooperación económica entre los dos países que una vez fueron enemigos.
En una zona industrial de la ciudad portuaria de Haiphong (norte), Ko Tae yeon subraya el límite del crecimiento vietnamita, esperado en 6,3 % en 2023, según el Banco Mundial.
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“Preveo escasez de mano de obra muy calificada”, explica el director general de Heesung Electronics Vietnam, que produce componentes de paneles para el surcoreano LG.
El Gobierno vietnamita espera que la visita de Biden refuerce los vínculos económicos y tecnológicos entre ambos países. Cuenta con que EE. UU. considere a Vietnam como un socio clave para reducir su dependencia de China para los productos de fabricación y los componentes esenciales.
“Si Vietnam quiere seguir atrayendo inversiones para crear oportunidades de riqueza y crecimiento, el país debe subir de nivel”, advierte Adam Sitkoff, responsable de la cámara estadounidense de comercio en Hanói.
Según el Ministerio de Trabajo de Vietnam, sólo 11 % de la mano de obra nacional está calificada.
¿Cómo aprovechar las oportunidades?
Estos problemas se suman a unas infraestructuras inadecuadas para el desarrollo del país de 100 millones de habitantes, entre carreteras abarrotadas y cortes de energía en el punto álgido de la demanda durante la estación seca.
Los costos de transporte en la región son más altos en Vietnam, donde hay relativamente pocas autopistas, según un informe del Banco Mundial de agosto.
El país también sufrió cortes de electricidad en mayo y junio, cuando la demanda se disparó debido a la ola de calor. Estos apagones costaron al país cerca de 1.400 millones de dólares, según la institución.
Las empresas del norte de Vietnam informan de pérdidas de hasta 10 % de sus ingresos.
“Era predecible. Vietnam no tiene los medios para sostener este crecimiento”, subraya Sitkoff.
Vietnam atrajo alrededor de 18.000 millones de dólares en inversiones extranjeras durante los primeros ocho meses de 2023, 8 % más que en el mismo período del año pasado, según la Agencia de Inversiones Extranjeras con sede en Hanói.
Samsung, el mayor inversor
Samsung Electronics, el mayor inversor extranjero del país, abrió el año pasado un centro de investigación y desarrollo de 220 millones de dólares, su sede más grande en el sudeste asiático.
“Pero, ¿cómo aprovechar estas oportunidades?”, se pregunta Nguyen Anh Tuan, director general adjunto de la agencia para las inversiones extranjeras.
El país se concentra en la formación de una mano de obra más cualificada en las nuevas tecnologías, los semiconductores y la energía, facilitando los procedimientos de admisión, al tiempo que sigue siendo competitivo en la región, asegura.
“Ya no buscamos mano de obra barata”, indica el responsable, y los jóvenes vietnamitas aspiran a mejores remuneraciones en un país donde el salario medio es de unos 300 dólares al mes.
La cuestión de los costes es central. Por el momento, “Vietnam sigue siendo competitivo”, asegura Matt Kantrud, director general de Northstar Precision, subcontratista automovilístico que construye allí una segunda fábrica (a 40 millones de dólares), único país donde la empresa está implantada además de China.
*Con información de AFP.