MUNDO
Alerta en Estados Unidos: aumentan muertes de niños por calor extremo en vehículos
Cada año, decenas de niños mueren en Estados Unidos tras quedar atrapados en autos bajo altas temperaturas. La mayoría de los casos son evitables y responden a un simple descuido

La llegada del verano en Estados Unidos activa nuevamente las alertas de las autoridades sanitarias y de tránsito frente a un peligro silencioso pero letal: dejar a los niños dentro de vehículos estacionados bajo el sol. Aunque parezca una acción inofensiva, incluso por pocos minutos, esta práctica puede convertirse en una trampa mortal, elevando el riesgo de golpes de calor que, en muchos casos, terminan en la muerte de los menores.
La realidad es estremecedora. En lo que va corrido del año 2025 ya se han reportado tres muertes de niños por hipertermia vehicular. El año anterior cerró con 40 casos, y las cifras históricas indican que desde 1990 más de 1.100 niños han perdido la vida en Estados Unidos por esta causa. Texas, Florida y California encabezan la lista de los estados con más incidentes de este tipo.
El aumento de temperatura dentro de un vehículo cerrado es drástico y peligroso. Investigaciones de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA) señalan que en tan solo 10 minutos la temperatura interna de un auto puede subir más de 20 grados centígrados.

En días calurosos, el interior puede alcanzar fácilmente los 50°C, generando un entorno fatal para un menor cuyo cuerpo se calienta entre tres y cinco veces más rápido que el de un adulto. Los niños, al tener un sistema de regulación térmica menos desarrollado, no pueden soportar estas condiciones extremas.
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Las causas detrás de estas tragedias son diversas. Según datos recopilados por Kids and Car Safety, en el 55% de los casos los menores son olvidados accidentalmente por sus padres o cuidadores, quienes en medio de la rutina diaria sufren lapsos de memoria que resultan fatales. Otro 25% corresponde a niños que ingresan por sí mismos al vehículo sin que nadie lo note, quedando atrapados. En el 15% restante, los menores son dejados intencionalmente dentro del automóvil mientras el adulto realiza una diligencia rápida, sin dimensionar el peligro real que esto implica.

Es un error frecuente subestimar el tiempo y el impacto del calor acumulado, así como creer que dejar una ventana entreabierta puede marcar una diferencia. La ciencia ha demostrado que esta medida es prácticamente inútil frente al aumento térmico dentro de un vehículo cerrado.
Frente a esta amenaza creciente, las campañas de prevención se han intensificado. La NHTSA lidera la iniciativa “Stop. Look. Lock.” (Para. Mira. Cierra.), que busca crear conciencia sobre la importancia de revisar siempre los asientos traseros antes de cerrar el auto.
Las autoridades también recomiendan no bajar la guardia ni siquiera en días nublados, ya que el calor puede acumularse rápidamente incluso cuando el cielo no está despejado. Además, organizaciones como Safe Kids Worldwide recomiendan dejar un objeto personal, como el celular o el bolso, en el asiento trasero como recordatorio de que hay un niño dentro.
En caso de observar a un menor solo dentro de un vehículo, se recomienda actuar con rapidez: llamar al 911 y, si es evidente que el niño está en peligro, intervenir de inmediato para liberarlo. Cada minuto cuenta. La conciencia ciudadana y la prevención pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En un verano que promete temperaturas récord, el verdadero enemigo puede estar más cerca de lo que creemos.