Mientras millones de estadounidenses se preparan para desplazarse por Navidad y Año Nuevo, agencias gubernamentales y expertos en seguridad digital encendieron las alarmas sobre un aumento sin precedentes de estafas vinculadas a viajes.
Estas aciones han resultado en pérdidas económicas récord, sofisticación tecnológica por parte de los delincuentes y un riesgo creciente para consumidores y empresas turísticas.

Estafas de vuelos, hoteles y paquetes turísticos se disparan en temporada navideña
El reciente informe del Comité Económico Conjunto del Congreso de Estados Unidos (JEC) advierte que las denuncias por fraudes digitales relacionados con viajes alcanzaron niveles más altos que en cualquier temporada festiva previa, impulsadas por el creciente volumen de transacciones en línea y la sofisticación de los métodos utilizados por los estafadores.
Según datos oficiales de la Comisión Federal de Comercio (FTC), las pérdidas económicas vinculadas a estafas de viajes en 2024 sumaron 274 millones de dólares, una cifra histórica que supera los registros de años anteriores.
Los delincuentes utilizan una variedad de tácticas para engañar a los viajeros: desde sitios web falsos que imitan agencias de viaje o aerolíneas, hasta mensajes fraudulentos de cancelaciones de vuelos o cambios de itinerario que redirigen a páginas donde se solicitan datos bancarios sensibles.
Además, análisis independientes muestran que regiones con alto flujo turístico como Florida, Nevada y Delaware están entre los estados más vulnerables a fraudes navideños, donde los viajeros son blanco frecuente de ofertas engañosas y estafas de alquiler vacacional.
El uso de inteligencia artificial y automatización ha permitido a los estafadores replicar logotipos, interfaces y comunicaciones oficiales casi indistinguibles de las legítimas, lo que amplifica el riesgo de que incluso consumidores experimentados caigan en trampas digitales.

¿Cómo proteger su dinero y datos personales de fraudes de viajes este fin de año?
Frente a este escenario, las autoridades han emitido recomendaciones concretas para que los viajeros reduzcan al mínimo su exposición al fraude:
- Verificar cuidadosamente las reservas: confirmar la existencia física y legal de hoteles, operadores turísticos y agencias de viaje, contactándolos directamente en sus sitios oficiales.

- Evitar ofertas sospechosamente bajas: las promociones que parecen “demasiado buenas para ser verdad” suelen esconder fraudes, especialmente cuando requieren pagos por métodos no tradicionales como tarjetas de regalo o criptomonedas.
- Usar únicamente pagos seguros: realizar transacciones a través de plataformas conocidas, con protocolos de seguridad y autorización de doble factor, siempre que sea posible.
- No compartir datos ante mensajes no solicitados: evitar responder a correos o textos que afirmen ser de aerolíneas o plataformas de reserva sin verificar su autenticidad.
Estas prácticas reducen el riesgo de que estafadores accedan a información personal o puntos de viajero frecuente.










