Estados Unidos
Ancianos fumando marihuana en asilos de Nueva York: auditoría revela negligencia estatal alarmante
Una auditoría estatal revela omisiones graves del Departamento de Salud de Nueva York, que dejó sin supervisión a decenas de hogares para adultos mayores durante años, poniendo en riesgo su bienestar y seguridad.

Un informe de la Oficina del Contralor del Estado de Nueva York, liderado por Thomas DiNapoli, dejó al descubierto un deficiente control del Departamento de Salud (DOH) sobre los centros de cuidado para mayores, lo que compromete la seguridad de miles de residentes.
La auditoría analizó datos entre enero de 2018 y octubre de 2024, detectando que el 70 % de las 30 instalaciones examinadas no fueron inspeccionadas dentro del plazo legal de 12 a 18 meses, y en algunos casos pasaron hasta cinco años sin revisión.
Durante las inspecciones de campo, se hallaron fallos graves: infraestructura deteriorada, como escaleras resquebrajadas, equipos de cocina y refrigeración inadecuados, falta de simulacros de incendio, y presencia de alcohol y paraphernalia de marihuana en áreas médicas.

La auditoría identificó, además, 89 violaciones sin evidencia de seguimiento, y en 18 de 20 centros visitados persisten riesgos no corregidos, incluidos medicamentos vencidos y personal sin capacitación básica en primeros auxilios.
El manejo de quejas también fue deficiente. El DOH recibió 7.440 denuncias entre 2018 y 2023, realizando 6.498 investigaciones. Sin embargo, en una muestra de 130 quejas, el 18 % no fueron investigadas, 46 % de los informes a las instalaciones fueron retrasados o no entregados, y el 12 % de las notificaciones a los denunciantes llegaron tarde o no llegaron jamás.
Estas deficiencias ocurren en un contexto donde existen unos 534 centros de atención para adultos, con aproximadamente 37.547 residentes, según datos estatales.
Un editorial reciente de Times Union criticó al DOH, afirmando que estas fallas “socavan la confianza pública” en el plan estatal para el envejecimiento y exigen que el organismo renueve su compromiso.

Ante los hallazgos, la auditoría ofrece recomendaciones claras: mejorar la programación de inspecciones, reforzar el seguimiento de violaciones, garantizar la investigación y documentación adecuada de quejas, y mejorar la precisión de los sistemas de registro.
En respuesta, el DOH reconoció que la pandemia y la falta de personal obstaculizaron el proceso, pero aseguró que ha iniciado contrataciones, optimizado sus sistemas de supervisión y conformado un comité de garantía de calidad.
Organizaciones de defensa, como Long Term Care Coalition, advirtieron que el abandono regular permite que maltratos y condiciones inadecuadas se mantengan y se perpetúen, perjudicando a los adultos mayores más vulnerables.
Richard J. Mollott, director de esa coalición, enfatizó que “los operadores saben que pueden mantener cuidados deficientes y condiciones adversas sin sanciones”.
La situación ya trasciende el ámbito técnico. Pues el descontrol detectado requiere una reacción política. Legisladores han comenzado a presionar al DOH para fortalecer su fiscalización, incluso a través de posibles cambios normativos que garanticen inspecciones oportunas y un sistema efectivo de rendición de cuentas.