Estados Unidos

Charlotte queda “casi vacía”: el miedo a las redadas de ICE paraliza la vida diaria

La operación federal ha dejado calles desiertas, negocios cerrados y familias ocultas en sus hogares, mientras la comunidad inmigrante, que es pilar económico de la ciudad, enfrenta días de pánico e incertidumbre.

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20 de noviembre de 2025, 12:49 p. m.
ICE- Estados Unidos
Calles casi desiertas en Charlotte mientras los negocios locales bajan sus persianas por temor a las redadas de ICE. | Foto: Getty Images

En los últimos días, la ciudad de Charlotte ha vivido una escena desoladora con calles silenciosas, locales comerciales cerrados y una sensación de miedo generalizado, especialmente en los vecindarios con fuete presencia de inmigrantes.

Parte de esto se debe al despliegue masivo de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, quienes actúan en una operación federal autorizada bajo el nombre Operation Charlotte’s Web, que ha dejado a muchas pequeñas empresas al borde del colapso.

¿Cómo ha afectado a la comunidad local?

Según reportes de Newsweek, durante los primeros cuatro días de la operación, la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) arrestó a más de 250 personas.

La presencia fuerte de agentes ha provocado una caída dramática en el tráfico peatonal y comercial. Las calles que antes vibraban con actividad hoy lucen “casi vacías”, y los locales latinoamericanos, que por décadas han sido el alma de barrios enteros, están cerrando sus puertas de forma temporal por temor.

Uno de los casos más conocidos es el de Manolo’s Bakery, una panadería de larga tradición en el lado este de Charlotte, que decidió suspender operaciones temporalmente para proteger a sus clientes y empleados.

Por su parte, el dueño de una lavandería, David Rebolloso, reportó una caída del 50 % en sus ingresos de domingo, su día más importante, ya que muchos clientes simplemente no se atreven a salir.

Pero el impacto es más amplio, pues varias empresas identificaron que sus trabajadores ni siquiera se presentaron, y otras cinco compañías de neumáticos cerraron un sábado porque sus empleados no se presentaron.

Además, restaurantes están reduciendo sus horarios o cerrando temporalmente.

La presión también es para el gobierno federal, pues el grupo Secure Growth Initiative, que representa a más de 100.000 pequeñas empresas, ha pedido que el gobierno asuma responsabilidad por las pérdidas financieras, ya sea a través de fondos del Congreso o demandas legales.

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La operación de ICE transformó zonas comerciales activas en espacios vacíos, afectando especialmente a negocios latinos en Charlotte. | Foto: Getty Images

Un costo humano injustificado

El operativo también ha dejado secuelas más allá del ámbito comercial.

Según Newsweek, la sensación de inseguridad ha calado hondo y muchos trabajadores temen que los agentes entren a los locales, escuelas o iglesias, sin previo aviso.

Más allá del ámbito económico, las medidas están afectando a sectores importantes como es el de la educación.

La mayor deserción escolar ha sido reportada como un efecto directo de las redadas.

Las autoridades municipales y los empresarios afirman que la presencia de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. ha provocado una disminución del tráfico peatonal entre clientes y empleados, dejando los barrios tranquilos y amenazando el corazón económico de la ciudad.

Como respuesta a la inquietante situación, se han organizado talleres de formación para que las comunidades aprendan sus derechos y cómo documentar posibles abusos, lo que también refleja una fuerte respuesta ciudadana ante lo que muchos perciben como una militarización del espacio público.

La imagen de una Charlotte “casi vacía” no es solo simbólica, sino que refleja cómo una política de represión migratoria puede paralizar la vida de una ciudad.

No es solo una crisis de inmigración, sino una crisis económica y comunitaria.

Si no existe un equilibrio entre seguridad, derechos y desarrollo local, el daño podría ser profundo y duradero, no solo para los inmigrantes, sino para toda la estructura económica y social de Charlotte.