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Demanda contra Louis Vuitton por publicidad ilegal: el baúl que desató la furia de París

Una instalación publicitaria con forma de baúl gigante en los Campos Elíseos ha llevado a Louis Vuitton a los tribunales, desatando un debate sobre el uso del espacio público y la protección del patrimonio urbano en París.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

5 de mayo de 2025, 6:32 p. m.
Este edificio, en proceso de transformación para albergar el primer hotel de la marca previsto para 2026, se ha convertido en el epicentro de una disputa legal que pone en tela de juicio los límites entre la promoción comercial y la preservación del espacio público.
La gente pasa frente a la fachada temporal en forma de maleta de Louis Vuitton, que oculta las obras de construcción del nuevo hotel de lujo de la marca, que abrirá sus puertas en 2026, en la avenida de los Campos Elíseos de París, Francia, el 2 de febrero de 2025. | Foto: NurPhoto via Getty Images

Desde noviembre de 2023, una monumental instalación que simula un baúl de Louis Vuitton cubre la fachada del edificio ubicado en el 103-111 de los Campos Elíseos, en París. Este edificio, en proceso de transformación para albergar el primer hotel de la marca previsto para 2026, se ha convertido en el epicentro de una disputa legal que pone en tela de juicio los límites entre la promoción comercial y la preservación del espacio público.

El 2 de mayo de 2025, concejales ecologistas parisinos, junto con las asociaciones SOS París y Résistance à l’Agression Publicitaire, interpusieron una demanda ante el Tribunal Administrativo de París.
Fachada temporal en forma de maleta de Louis Vuitton, que oculta las obras de construcción del nuevo hotel de lujo de la marca, que abrirá sus puertas en 2026, en la avenida de los Campos Elíseos de París, Francia, el 2 de febrero de 2025. | Foto: NurPhoto via Getty Images

El 2 de mayo de 2025, concejales ecologistas parisinos, junto con las asociaciones SOS París y Résistance à l’Agression Publicitaire, interpusieron una demanda ante el Tribunal Administrativo de París. Argumentan que la lona instalada por LVMH, el conglomerado propietario de Louis Vuitton, constituye una forma de publicidad ilegal en un edificio protegido, sin la debida autorización ni consulta con las autoridades competentes, como el Architecte des Bâtiments de France. El principal reclamo es que esta intervención desvirtúa el patrimonio visual del centro histórico de París y vulnera normativas de protección al entorno urbano.

Por su parte, el Ayuntamiento de París defiende la instalación, calificándola como una señalización inmobiliaria temporal conforme a la normativa vigente. Señalan que, al tratarse de un edificio catalogado como monumento histórico, la instalación recibió la aprobación de los Architectes des Bâtiments de France.

Además, LVMH se comprometió a pagar un canon de 1,7 millones de euros por la duración de la instalación, lo que refuerza su legalidad y contribución económica a la ciudad. Según voceros del grupo, la lona es una intervención artística más que una simple herramienta de marketing, y se enmarca dentro de las campañas creativas de la maison.

Esta no es la primera vez que Louis Vuitton utiliza instalaciones de gran escala para promocionar sus proyectos. En 2023, la marca implementó una fachada similar en su tienda de los Campos Elíseos, diseñada para atraer la atención durante trabajos de renovación.

Estas intervenciones han generado debates sobre el uso del espacio público y la influencia de las grandes marcas en el paisaje urbano. Mientras algunos las consideran expresiones innovadoras, otros las califican como formas de colonización visual de las ciudades.

En última instancia, el debate trasciende la legalidad de una lona publicitaria, cuestionando el equilibrio entre innovación comercial y respeto por el entorno urbano.
Nueva York, Nueva York, EE. UU. - 19 de diciembre de 2024: Tienda Louis Vuitton en Midtown Manhattan durante la temporada navideña. | Foto: Getty Images

El caso del baúl gigante de Louis Vuitton en París ejemplifica las tensiones entre la promoción comercial y la preservación del patrimonio urbano. Mientras las autoridades defienden la legalidad y beneficios económicos de la instalación, críticos argumentan que representa una forma de privatización del espacio público y una invasión visual en un entorno histórico. La resolución de este conflicto legal podría sentar precedentes sobre los límites de la publicidad en espacios urbanos protegidos y la responsabilidad de las marcas en la conservación del patrimonio cultural.

En última instancia, el debate trasciende la legalidad de una lona publicitaria, cuestionando el equilibrio entre innovación comercial y respeto por el entorno urbano. A medida que las ciudades enfrentan desafíos sobre la gestión de su patrimonio y la influencia de las grandes corporaciones, casos como este invitan a reflexionar sobre el papel de la ciudadanía, las autoridades y las empresas en la construcción de espacios urbanos inclusivos, sostenibles y respetuosos con su historia.