ESTADOS UNIDOS
Dramáticos testimonios de migrantes presos en Estados Unidos: “Tuvimos que agacharnos y comer con la boca, como perros”
El informe publicado este lunes por Human Rights Watch, Americans for Immigrant Justice y Sanctuary of the South, denuncia abusos en tres instalaciones de Florida.

“Las personas detenidas por motivos migratorios están siendo tratadas como si no fueran seres humanos”, dice Belkis Wille, directora asociada de la División de Crisis y Conflictos de Human Rights Watch, al presentar un informe que muestra la dramática situación que viven los migrantes en las cárceles de los Estados Unidos.
“No se trata de casos aislados, sino del resultado de un sistema de detención fundamentalmente deficiente en el que se cometen graves abusos”, agrega.
Algunos cuentan cómo pese a estar graves de salud, por ejemplo, no recibieron atención sanitaria. “El médico me dijo que, si no hubiera ido al hospital en ese momento, probablemente se me habrían roto los intestinos”, afirmó un hombre en uno de los relatos. “Tuve que tirarme al suelo para que me ayudaran”.
Otra mujer aseguró: “Si pides ayuda, te aíslan. Si lloras, pueden llevarte [al aislamiento] durante dos semanas. Entonces la gente se queda callada”.
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El informe cuenta muchos casos. Harpinder Chauhan, un emprendedor británico que había sido detenido por el ICE cuando asistía a una cita rutinaria de migración: “Tuvimos que agacharnos y comer sobre las sillas con la boca, como perros”, dijo
En el reporte, Chauhan y Pedro (otro recluso) describieron esa situación que sucedió en un traslado en abril en el que junto a decenas de hombres fueron reunidos en una celda a primeras horas de la mañana “con los pies encadenados y las manos atadas detrás de la espalda”.
“Luego los dejaron en la habitación durante horas”, señala el informe.
“Eran las 5 de la tarde y nadie había almorzado. Algunos ni siquiera habían desayunado. Podíamos ver la comida a través de los barrotes de nuestra celda de detención en recipientes de poliestireno en un carrito. La comida estaba frente a nosotros, pero los guardias se negaron a dárnosla”, contó Chauhan a HRW.
“A las 7, finalmente nos dieron el almuerzo, pero solo después de que otro guardia protestara en nuestro nombre. Estábamos encadenados, así que no podíamos alcanzar los platos con las manos. Teníamos que poner los platos en las sillas y luego agacharnos y comer con la boca, como perros”, añadió.
“Tuvimos que comer como animales”, recordó Pedro.
Los testimonios recogidos por tres organizaciones, incluida HRW, en centros de detención de migrantes en Florida, dan cuenta de abuso físico, acoso verbal y trato degradante, según un informe que alerta de casos “potencialmente mortales”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, hizo campaña con la promesa de deportar a millones de migrantes en situación irregular.
Entre otras medidas, su gobierno designó a algunos migrantes como “enemigos extranjeros”, llevó a cabo deportaciones a países de donde no son originarios, niega la posibilidad de solicitar asilo a la mayoría y amplió el uso del proceso acelerado de expulsión.

Además, una ley aprobada desde que Trump regresó al poder en enero obliga al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) a detener a todos los migrantes acusados de una serie de delitos.
El informe publicado este lunes por Human Rights Watch, Americans for Immigrant Justice y Sanctuary of the South, denuncia abusos en tres instalaciones de Florida: el Centro de Procesamiento de Servicios Krome North (Krome), el Centro de Transición Broward (BTC) y el Centro de Detención Federal (FDC) en Miami.
En general, los detenidos denunciaron “cacheos invasivos injustificados, conductas humillantes por parte de los oficiales y traslados de castigo”, se lee en el texto de casi 100 páginas.
“Este trato no solo puede causar un daño psicológico duradero, sino que también viola los estándares internacionales de derechos humanos y las propias pautas de detención de ICE”, denuncian las organizaciones.
Según el informe, al menos dos muertes recientes podrían estar relacionadas con negligencia médica.
“Estos no son incidentes aislados, sino el resultado de un sistema de detención fundamentalmente deficiente, plagado de graves abusos”, estima Belkis Wille, directiva de HRW citada en un comunicado.
La AFP contactó con ICE para tener su versión, pero por el momento no ha contestado.
*Con información de AFP