Ejército de Estados Unidos introduce nuevo test de aptitud física

El Ejército de Estados Unidos ha dado un giro significativo en su preparación militar al introducir un nuevo examen de aptitud física que reemplazará al Army Combat Fitness Test (ACFT).

A partir del 1 de junio de 2025, los soldados deberán someterse al Army Fitness Test (AFT), diseñado para medir con mayor precisión la capacidad física necesaria para afrontar los retos del combate moderno. Esta transformación responde a un proceso de revisión de 18 meses, durante el cual se recopilaron datos y opiniones de más de 600 mil soldados en servicio activo y en la reserva.

El AFT incluye cinco pruebas fundamentales: levantamiento de peso muerto con tres repeticiones máximas, flexiones con liberación de manos, plancha sostenida, sprint-arrastre-carga y una carrera cronometrada de dos millas.

A diferencia del test anterior, se eliminó el lanzamiento de balón medicinal, considerado poco funcional para las demandas reales del combate. Las nuevas pruebas están orientadas a evaluar fuerza, resistencia muscular, agilidad y capacidad cardiovascular de forma integral.

Uno de los cambios más relevantes es la estandarización de los requisitos físicos sin distinción de género para 21 especialidades militares, como infantería, artillería, ingeniería de combate y fuerzas especiales.

Hombres y mujeres que desempeñen estos roles deberán cumplir con los mismos criterios físicos, ajustados por edad, lo que marca un precedente en la equidad dentro de las fuerzas armadas. Esta decisión fue respaldada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien señaló que “la preparación para el combate exige los mismos niveles de desempeño, sin importar el sexo del soldado”.

A partir de enero de 2026, el cumplimiento del AFT será obligatorio y tendrá impacto directo en evaluaciones de promoción, asignación de roles y permanencia en el servicio. Los soldados en servicio activo deberán presentar el test dos veces al año, mientras que los miembros de la reserva lo harán una vez anualmente. El Ejército también ofrecerá programas de entrenamiento físico estructurados para facilitar la transición hacia el nuevo formato.

Diversos expertos en acondicionamiento físico han valorado positivamente la implementación del AFT, aunque advierten que su nivel de exigencia requerirá una preparación rigurosa. Estudios internos estiman que personas con un nivel medio de condición física necesitarán entre ocho y doce semanas de entrenamiento constante para alcanzar un desempeño óptimo en todas las pruebas.

Este nuevo enfoque representa un esfuerzo del Ejército por fortalecer su cultura de acondicionamiento físico y disminuir el número de lesiones durante entrenamientos y misiones. También busca asegurar que todos los soldados, independientemente de su género, estén preparados para responder eficazmente en contextos de combate cada vez más exigentes y tecnológicamente complejos.

Con el Army Fitness Test, el Ejército de Estados Unidos no solo moderniza sus estándares, sino que reafirma su compromiso con una fuerza más inclusiva, eficiente y preparada para los desafíos del siglo XXI.