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El ingenio de un venezolano evitó que fuera deportado: esta es la estrategia que lo tiene viviendo todavía en territorio norteamericano
La recursividad latina evitó que fuera deportado hacia su país de origen pese a las fuertes medidas del Gobierno.


El miedo a ser deportados hace que salga a flor de piel el ingenio de los inmigrantes.
Y eso precisamente fue lo que le ocurrió a Nolveiro Vera, un venezolano acusado de delitos menores, quien se buscó la mejor forma para evitar que las autoridades migratorias lo atraparan.
Lo que nunca se hubiera imaginado un juez
En una audiencia rutinaria en el Tribunal de Penas de Manhattan ocurrió algo que nadie se hubiera imaginado que llegara a pasar.
Un inmigrante de origen venezolano acusado de delitos no graves, fue el protagonista del suceso, al rogarle a una jueza que lo encarcelara.
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Su objetivo no era cumplir una sentencia, sino que lo que quería era evitar ser capturado por agentes de inmigración que lo estaban esperando para deportarlo a su país de origen.
Nolveiro Vera Ordóñez, de 30 años, estaba acusado por vandalismo, hurto menor y posesión de propiedad robada.
Aunque estos delitos no conllevan prisión preventiva, el miedo a la deportación llevó a Vera a jugársela toda con tal de evitar ser deportado.

La suerte estaba a su favor y la jueza Rachel Pauley accedió a fijar una fianza excepcional a petición del propio acusado, permitiendo que fuera esposado y trasladado a prisión, lejos del alcance inmediato de los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas(ICE, por sus siglas en inglés).
La cárcel antes que la deportación
En los pasillos del tribunal, al menos cinco agentes del ICE aguardaban la salida de Vera con una orden de detención en mano.
Pero para el venezolano, la prisión representó una alternativa más llevadera que ser expulsado del territorio norteamericano.
La acción desesperada del hombre se convirtió en un respiro frente a un sistema migratorio que ha intensificado sus acciones con una política de inmigración sin precedentes.
De hecho, El New York Post calificó el caso como “altamente inusual”, subrayando la tensión creciente entre los procesos judiciales penales y los procedimientos migratorios.

Redadas en la corte de inmigración refuerzan el miedo
El mismo día del arresto de Vera Ordóñez, en el edificio de 26 Federal Plaza, sede de la corte de inmigración, al menos cuatro personas fueron detenidas tras asistir a sus citas del Programa de Comparecencia de Supervisión Intensiva (ISAP, por sus siglas en inglés).
Este programa, inicialmente creado para monitorear a inmigrantes en proceso de deportación, se ha transformado en una emboscada para muchos.
En semanas recientes, al menos diez personas más fueron interceptadas a la salida de esta misma sede.
Los agentes del ICE se instalan estratégicamente para capturar a los inmigrantes, sin darle la opción de completar su proceso.