Estados Unidos
El NHC advierte: perturbación tropical en el Atlántico podría convertirse en la tormenta Jerry en los próximos días
Aunque la probabilidad de formación inmediata es baja, expertos advierten que las aguas cálidas del Atlántico podrían favorecer el desarrollo del sistema en los próximos días.

Una nueva perturbación tropical se ha formado en el Atlántico central y podría evolucionar en la tormenta “Jerry” en los próximos días, según los reportes del Centro Nacional de Huracanes (NHC).
El sistema, que actualmente se desplaza hacia el oeste-noroeste a una velocidad de entre 15 y 20 millas por hora, presenta condiciones poco favorables para su desarrollo inmediato, aunque los meteorólogos recomiendan mantener vigilancia debido al historial reciente de actividad ciclónica en la región.
El NHC indicó en su informe más reciente que, durante las próximas 48 horas, la probabilidad de formación es baja, cercana al 0%. Sin embargo, al ampliarse la ventana de observación a siete días, la probabilidad asciende al 20%, lo que refleja la incertidumbre que aún acompaña a este tipo de sistemas en sus fases iniciales.

El desarrollo dependerá de factores como el fraccionamiento del viento, el contenido de calor en la superficie marina y la humedad atmosférica, elementos determinantes en la organización de un ciclón tropical.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) coincide en que la temporada 2025 ha sido particularmente activa y que, pese a la ausencia de condiciones de El Niño, el Atlántico ha mostrado aguas más cálidas de lo habitual, lo que incrementa el potencial de intensificación de las ondas tropicales.
La NOAA recuerda que octubre suele ser un mes crítico dentro de la temporada de huracanes, pues es común la aparición de tormentas de último momento que alcanzan intensidades significativas y que, en algunos casos, han tenido trayectorias de impacto sobre el Caribe y la costa este de Estados Unidos.
Aunque los modelos numéricos aún no arrojan un consenso claro sobre la evolución de esta perturbación, los especialistas recalcan la importancia de monitorear cualquier cambio, ya que incluso sistemas de baja probabilidad pueden reorganizarse rápidamente bajo condiciones favorables.

Las islas del Caribe oriental y sectores del Atlántico occidental son las primeras zonas bajo observación en caso de que la perturbación gane fuerza, aunque la trayectoria dependerá de los sistemas de alta presión y de posibles frentes fríos en el Atlántico norte que podrían desviar o encauzar su movimiento.
Las autoridades meteorológicas recomiendan a la población costera no bajar la guardia y mantenerse informada a través de canales oficiales. Tanto el NHC como la NOAA actualizan sus boletines cada seis horas, proporcionando mapas de trayectoria, porcentajes de desarrollo y advertencias tempranas que permiten una preparación adecuada.
Aunque aún es pronto para anticipar impactos directos, el simple hecho de que el sistema se encuentre bajo vigilancia confirma que el Atlántico continúa activo y que la temporada de huracanes, que se extiende hasta el 30 de noviembre, no ha concluido.
Se le recomienda a la población seguir de cerca los próximos reportes oficiales del Centro Nacional de Huracanes y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica para conocer la evolución de esta perturbación tropical.