El polígrafo en el gobierno Trump, una herramienta intimidatoria: “Se ha convertido en un arma”

En lo que va del segundo mandato de Donald Trump, su despacho ha decidido realizar pruebas de polígrafo constantemente a trabajadores de varias dependencias del Gobierno estadounidense.

En sectores como el FBI, Agencia Federal para El Servicio de Emergencias (FEMA) y el Departamento de Defensa, han sido investigados decenas de personas por la Ley del Pentágono, la cual faculta a exponer a la prueba del polígrafo ante filtraciones de información a la prensa.

En una entrevista con CNN, Mark Zaid, abogado especializado en representar a personas que trabajan en seguridad nacional, dijo: “El polígrafo se ha convertido en un arma y se está utilizando contra personas que nunca han tenido que someterse a una prueba de polígrafo, ya sea antes de incorporarse a un puesto de trabajo o en el ámbito de la seguridad, en toda su carrera federal”.

Zaid menciona que “conversaciones no clasificadas sobre políticas o decisiones vergonzosas, que se han filtrado a través de rumores o directamente a los medios de comunicación”, son las razones por las cuales han decidido hacer el procedimiento.

Prácticas recurrentes

Según CNN, en el Pentágono, funcionarios amenazaron públicamente con realizar pruebas de polígrafo para averiguar cómo se filtró en la prensa que Elon Musk iba a recibir información clasificada sobre China.

Según Zaid, las pruebas se están utilizando contra funcionarios que nunca se han sometido a algún examen similar, ya sea para puestos prelabores o gubernamentales.

El polígrafo de antaño

Como lo reseña CNN, antes del año 1988 millones de estadounidenses se sometían a pruebas de polígrafo periódicamente en el sector público y privado. Se usaba para dictaminar contrataciones para las empresa o incluso para realizar investigaciones que hoy son más restringidas.

En los años 80, se llegó a comprobar que los resultados del polígrafo se viciaban por actitudes y preguntas de quien aplica la prueba. Por lo que su uso llegó a ser más regulado desde la legislación del Congreso de Estados Unidos.

Esta medida es una de las tantas con polémica que ha implementado el gobierno Trump. Los expertos han expresado su preocupación por el uso del procedimiento de forma irregular y han hecho constantes llamados al Gobierno para que lo practique de forma asertiva.