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Estados Unidos: abogada revela lo que pocos dicen sobre visa por matrimonio

Divorciarse antes de tiempo podría costarle la residencia, pero casi nadie habla de esto.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

29 de mayo de 2025, 5:28 p. m.
Muchos creen que casarse garantiza papeles… pero una abogada advierte lo contrario
Noja estás condiciones no perderá su residencia en un divorcio. | Foto: Getty Images

Obtener la residencia permanente en Estados Unidos a través del matrimonio con un ciudadano estadounidense se ha convertido en una de las rutas más comunes para millones de inmigrantes.

Sin embargo, pocos conocen los riesgos legales que enfrentan si la relación termina antes de finalizar el proceso migratorio. Detrás del aparente beneficio, hay un entramado jurídico que puede poner en riesgo el sueño americano.

El proceso para acceder a la residencia comienza con una solicitud conjunta que, si es aprobada mientras el matrimonio tiene menos de dos años de duración, otorga una tarjeta verde condicional válida por 24 meses. Este estatus temporal exige que, antes de su vencimiento, la pareja presente un nuevo formulario, el I-751, para remover las condiciones y obtener la residencia permanente. Pero, ¿qué ocurre si el amor se acaba antes de completar este ciclo?

El matrimonio con un ciudadano estadounidense puede ser una puerta hacia la estabilidad migratoria, pero también conlleva responsabilidades legales profundas.
El orgulloso esposo y la esposa posan para la cámara por su ciudadanía. | Foto: Getty Images

Pues bien, si hay una separación o divorcio antes de la eliminación de condiciones, el solicitante aún puede intentar obtener la residencia. Para ello, debe solicitar una exención a la presentación conjunta y demostrar que el matrimonio fue legítimo desde el inicio.

La carga probatoria recae completamente en el cónyuge extranjero, quien deberá sustentar su caso con evidencia contundente: contratos de arrendamiento conjunto, declaraciones de impuestos en pareja, fotografías, mensajes, viajes realizados juntos y hasta testimonios juramentados de amigos o familiares que confirmen la autenticidad de la relación.

La abogada de inmigración J. Michelle González, consultada por diversos medios especializados, ha explicado que muchos inmigrantes desconocen que un divorcio no representa el fin automático del proceso, pero sí lo hace mucho más complejo y riesgoso. En especial porque la Oficina de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) examina con mayor rigurosidad los casos individuales cuando hay sospechas de matrimonios fraudulentos.

En estos escenarios, una entrevista matrimonial puede tornarse más exhaustiva, incluyendo preguntas detalladas sobre la convivencia, rutinas familiares y datos íntimos de la vida en pareja.

Supuestos divorcios de parejas de funcionarios que incluso trabajan en la misma Fiscalía, entre las jugadas para mantenerse en los cargos.
Supuestos divorcios de parejas de funcionarios que incluso trabajan en la misma Fiscalía, entre las jugadas para mantenerse en los cargos. | Foto: adobestock

Otro aspecto clave es el momento en que se produce el divorcio. Si la separación ocurre antes incluso de obtener la residencia condicional, lo más probable es que la solicitud sea cancelada y el extranjero pierda la posibilidad de continuar el trámite, salvo que califique por otras vías como asilo, empleo o la llamada visa U en casos de víctimas de violencia o delitos graves.

Para quienes enfrentan un proceso de separación en medio de una solicitud migratoria, se recomienda buscar asistencia legal calificada de forma inmediata. Existen recursos y estrategias legales disponibles, pero cada caso es diferente. Un buen abogado puede marcar la diferencia entre obtener la residencia o enfrentar una orden de deportación.

En efecto, el matrimonio con un ciudadano estadounidense puede ser una puerta hacia la estabilidad migratoria, pero también conlleva responsabilidades legales profundas. La transparencia desde el inicio, la buena fe en la relación y la documentación clara son las mejores defensas ante un sistema que privilegia la veracidad y castiga el engaño.