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Estados Unidos ofrece hasta 3.000 dólares para irse: el DHS triplica el bono de salida voluntaria

El gobierno estadounidense aumentó el incentivo económico para migrantes indocumentados que abandonen el país antes del 31 de diciembre de 2025, como parte de una estrategia para acelerar salidas sin deportación forzada.

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22 de diciembre de 2025, 3:27 p. m.
Migrantes esperan en un aeropuerto internacional tras registrarse para la salida voluntaria coordinada por el DHS como parte del programa federal de retorno asistido.
Migrantes esperan en un aeropuerto internacional tras registrarse para la salida voluntaria coordinada por el DHS como parte del programa federal de retorno asistido. Foto: Composición Semana/ Getty Images

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos confirmó que elevó a 3 mil dólares el llamado bono de salida para migrantes indocumentados que decidan abandonar voluntariamente el país antes de finales de 2025.

La medida, que incluye asistencia para el viaje y verificación oficial de la salida, busca reducir costos de deportación y presionar un retorno ordenado, aunque genera críticas por su impacto en comunidades latinas.

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Cómo funciona el bono de salida del DHS

Según información oficial del DHS y reportes de medios nacionales como CBS News, el incentivo incluye no solo el pago en efectivo, sino también asistencia para el viaje de regreso al país de origen, incluido el boleto aéreo.

El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) confirmó que triplicó el incentivo económico que ofrece a migrantes indocumentados que decidan abandonar el país de manera voluntaria antes del 31 de diciembre de 2025.

El llamado bono de salida pasó de 1.000 a 3.000 dólares por persona, en una medida que el gobierno presenta como una alternativa menos costosa y más rápida que la deportación forzada.

El proceso se gestiona a través de la aplicación CBP Home, donde los migrantes deben registrar su intención de salida.

El dinero se entrega únicamente después de que el gobierno confirme que la persona salió efectivamente de Estados Unidos, un punto clave del programa.

Las autoridades sostienen que este mecanismo reduce el riesgo de incumplimientos y permite documentar formalmente la salida voluntaria.

La medida forma parte de Project Homecoming, una iniciativa creada por proclamación presidencial en mayo de 2025.

En ese documento, la Casa Blanca plantea la salida voluntaria asistida como opción prioritaria, al tiempo que advierte que quienes permanezcan sin estatus legal podrían enfrentar multas más altas, procesos de expulsión acelerados u otras sanciones civiles.

El DHS argumenta que una deportación tradicional puede costar más de U$17.000 por persona, mientras que el incentivo resulta significativamente más barato para el Estado.

Críticas e impacto en migrantes latinos

Aunque el aumento del bono busca hacer más atractivo el programa, la iniciativa ha sido cuestionada.

Investigaciones periodísticas de The Guardian y organizaciones defensoras de migrantes han documentado fallas en versiones anteriores del plan, incluyendo casos de personas que se autodeportaron sin recibir el pago prometido o que no tuvieron claridad sobre los requisitos reales.

También advierten que el incentivo económico puede empujar a decisiones apresuradas, especialmente entre familias vulnerables.

El impacto es especialmente sensible en las comunidades latinas, que representan una parte significativa de la población indocumentada en Estados Unidos.

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Analistas citados por CBS News señalan que, si bien algunos migrantes sin opciones legales inmediatas podrían considerar el bono, la medida no resuelve la situación de quienes tienen años de arraigo, hijos ciudadanos o procesos migratorios pendientes. Para muchos, el programa refleja más una estrategia de presión que una solución estructural a la crisis migratoria.


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