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Joven reclusa venció las drogas y regresó a los tribunales como abogada: “comencé la facultad de derecho con un monitor de tobillo”
En los centros de detención fue torturada y abusada, lo que la habría llevado a buscar un mejor futuro para sí misma.
La historia de Sarah Gad, una joven que llegó por primera vez a un tribunal como acusada, y que ahora volvió como abogada, está siendo tendencia a nivel internacional. Se trata de un caso de superación personal y perseverancia que ha dejado a muchos con la “boca abierta” y con total admiración.
La protagonista de la historia es Sarah Gad, quien sufrió un accidente de tránsito en 2012, momento en el que estudiaba medicina, sin embargo, en medio de su recuperación, la joven comenzó a abusar de las drogas que le habían suministrado para los dolores y se convirtió en drogadicta, según indicó el medio local KMSP Tv.
Al parecer, durante los siguientes tres años la joven recorrió las calles y cometió varios “delitos de drogas”, indicó le medio citado, por lo que fue detenida y llevada a la cárcel en varias ocasiones. Según relata, en los centros de detención fue torturada y abusada, lo que la habría llevado a buscar un mejor futuro para sí misma.
“Y no soy muy buen criminal porque me atraparon muy, muy rápido. Y una vez que me acusaron y me declararon culpable de mi primer delito grave, ni siquiera pude procesarlo. Estaba en la escuela de medicina, ya sabes, entre los 15 primeros. Estaba en la escuela de Medicina, ya sabes, una de las 15 mejores instituciones, y de repente, soy un delincuente convicto con un problema de drogas”, afirmó para el medio citado, recalcando la difícil situación que vivió y lo que la llevó a cambiar.
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The life of Sarah Gad could have been defined by drug addiction and prison. Instead, Gad chose to give herself a chance and go to law school. Now, in her new life, she has been helping others find their path to success. https://t.co/2fpfrNCI4U
— FOX 9 (@FOX9) July 31, 2023
Y agregó sobre su experiencia en la cárcel, “me golpearon, me apuñalaron, me violaron y me pusieron en confinamiento solitario cuando mi familia comenzó a hacer ruido y a acercarse a la gente. Y Kathleen Zellner se interesó en mi caso porque creo que ha tenido muchas experiencias negativas con Cook, la cárcel del condado y cómo tratan a las personas”.
Según reveló, fue la abogada Zellner quien la hizo interesarse por el derecho, carrera que decidió comenzar y con la que dejó atrás su pasado delictivo. “Comencé la facultad de derecho con un monitor de tobillo”, afirmó la joven indicando que antes de salir de la cárcel ya estaba dando pasos para convertirse en abogada.
Sin embargo, luego de graduarse y comenzar su camino profesional, se encontró con uno de los delegados que estuvo en el caso en el que la condenaron por delitos de drogas. “Fue una locura encontrarme con el juez Barnett, que fue el juez que presidió mis condenas por drogas. Y me dijo: ‘¿Qué estás haciendo aquí?’ Yo estaba como, ‘Oh, sí, solo, ya sabes, estoy aquí trabajando ahora’”, afirmó para el medio citado.
“Este logro también es tuyo”
“Por fin”, dice relajada Flor Guadalupe Ginez, llamada cariñosamente Lupita, ahora que tiene en casa el diploma por el que tanto luchó. Como lo dejó ver en Facebook, se acaba de graduar en la Facultad de Comercio Administración y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, pero su emoción no sería completa si no le reconociera a su padre su participación en este logro.
De origen humilde y reducido a una silla de ruedas ante la falta de una pierna, Farías logró establecerse como voceador de periódicos y así hizo el dinero necesario, no solo para alimentar, darle techo y vestir a su familia, sino además para proveer lo necesario para sus estudios.
Por eso resulta tan significativa la publicación que la nueva profesional hizo en su Facebook, conformada por un par de fotos junto a su padre, con su toga y su birrete de graduanda.