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Juicio contra Diddy: Cassie Ventura presenta pruebas de abuso y tráfico sexual que sacuden la industria musical
La cantante testificó bajo juramento que fue víctima de violencia, coerción sexual y chantaje durante su relación con el productor musical.

El juicio federal contra Sean “Diddy” Combs ha tomado un giro aún más sombrío con las recientes declaraciones de su exnovia, Cassie Ventura, quien ha proporcionado detalles escalofriantes sobre una relación marcada por el abuso físico, la coerción sexual y el control psicológico.
Durante su testimonio en la corte de Manhattan, Ventura describió cómo fue obligada a participar en encuentros sexuales organizados por Combs, conocidos como “freak offs”, donde se le asignaban alias como “Jackie Star” y “Veronica Banga” para ocultar su identidad.
Según Ventura, su papel incluía verificar que las otras mujeres involucradas no fueran agentes encubiertos, iniciando las interacciones con la frase: “Yo no soy policía”, siguiendo instrucciones directas de Combs.

Ventura también relató episodios de violencia física, incluyendo una agresión en 2013 donde Combs la arrojó contra un marco de cama, resultando en una cicatriz permanente.
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Además, mencionó un incidente en 2016, captado por cámaras de seguridad, donde Combs la golpeó y arrastró de regreso a su habitación en un hotel de Los Ángeles. Estas pruebas han sido presentadas ante el jurado, reforzando las acusaciones de un patrón de conducta abusiva por parte del acusado.
Aunque los abogados de Combs han intentado desacreditar los testimonios, la consistencia y la gravedad de las denuncias han dejado una marca indeleble en el caso.
El control ejercido por Combs sobre Ventura se extendía a aspectos íntimos de su vida. Durante los “freak offs”, se le exigía mantener una apariencia brillante, utilizando grandes cantidades de aceite para bebés calentado, y participar en actos sexuales mientras Combs observaba.
Ventura testificó que estas sesiones eran grabadas sin su consentimiento y utilizadas posteriormente para chantajearla, amenazando con arruinar su carrera si no cumplía con sus demandas. El testimonio de Ventura ha puesto en evidencia la naturaleza manipuladora y destructiva de la relación, donde la presión emocional y física eran constantes.

El juez del caso intervino recientemente para limitar las preguntas repetitivas de la fiscalía sobre el uso de aceite para bebés durante los encuentros sexuales, indicando que el tema había sido suficientemente abordado.
A pesar de las objeciones de la defensa, que argumenta que las relaciones fueron consensuadas, la consistencia y gravedad de los testimonios presentados han generado un impacto significativo en el desarrollo del juicio. Las emociones de Ventura en el estrado también han mostrado el trauma profundo que ha sufrido durante su tiempo con Combs, lo que ha influido en la percepción pública del caso.
Combs enfrenta múltiples cargos federales, incluyendo conspiración de crimen organizado, tráfico sexual y transporte con fines de prostitución. Si es declarado culpable, podría enfrentar una sentencia mínima de 15 años y hasta cadena perpetua.
El juicio continúa desarrollándose, con la expectativa de que más testigos aporten información que podría esclarecer aún más la magnitud de las acusaciones contra el reconocido productor musical.
Las declaraciones de Ventura son solo una parte de las pruebas que se han presentado hasta el momento, pero se espera que otras mujeres que presuntamente estuvieron involucradas en los eventos descritos también testifiquen.

Este caso ha puesto en evidencia las dinámicas de poder y abuso en la industria del entretenimiento, generando un debate nacional sobre la necesidad de proteger a las víctimas y garantizar que figuras influyentes rindan cuentas por sus acciones.
La valentía de Ventura al compartir su historia podría marcar un precedente en la lucha contra el abuso y la explotación en el ámbito artístico, abriendo el camino a una conversación más amplia sobre el consentimiento, el poder y la igualdad de género.