Estados Unidos
Nueva York aprueba ley que redefine el derecho a morir: así funcionará la ayuda médica para pacientes terminales
Pacientes con enfermedades terminales podrán acceder a ayuda médica para morir de forma legal y voluntaria.

Una ley histórica fue aprobada en el estado de Nueva York: permitirá que ciudadanos con enfermedades terminales o patologías irreversibles reciban asistencia médica para morir.
Esta iniciativa, debatida durante una década, finalmente fue aprobada por el Senado estatal. La Ley de Ayuda Médica para Morir permitirá que las personas diagnosticadas con enfermedades terminales decidan el momento de su muerte.
Únicamente pacientes con un pronóstico de seis meses de vida o menos acceden a una serie de medicamentos para morir de forma asistida, siempre que cumplan estrictas condiciones.
Entre ellas, deberán ser evaluadas por dos médicos, quienes determinarán que el paciente conserva la capacidad mental para tomar esta decisión de manera consciente y voluntaria.
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Además de Nueva York, otros estados que ya cuentan con leyes similares son California, Colorado, el Distrito de Columbia, Hawái, Montana, Maine, Nueva Jersey, Nuevo México, Oregón, Vermont y Washington.
Estas legislaciones incluyen una aclaración legal importante: no se considera suicidio ni homicidio el procedimiento de ayuda médica para morir, lo que protege tanto a los pacientes como a los profesionales de la salud de enfrentamientos legales.
Lo anterior, debido a que en la mayoría de los estados de EE. UU. el suicidio asistido está prohibido.
El estado de Nueva York ha sido enfático en establecer esta ley como un último recurso.
Según un artículo del New York Daily News, se implementarán medidas de protección para garantizar que los pacientes solo consideren esta opción cuando todas las demás alternativas hayan sido agotadas.
Las compañías aseguradoras tienen estrictamente prohibido promover o sugerir esta ley como una alternativa, incluso si la cobertura de algún tratamiento es rechazada.
Solo podrán brindar información al respecto si el médico tratante o el paciente la solicita de forma explícita.
Por su parte, defensores de la ley han señalado que, en experiencias anteriores de otros estados, aproximadamente un tercio de los pacientes que obtuvieron la fórmula médica nunca llegó a utilizarla.
Sin embargo, el simple hecho de tenerla les proporcionó tranquilidad mental.
Esta ley no permite la eutanasia —la cual sigue prohibida en Estados Unidos—, sino que establece una vía para que el paciente, de forma autónoma, decida cuándo y cómo morir, mediante la autoadministración de medicamentos prescritos legalmente.
Con esta decisión, Nueva York se une a los once estados que ya han dado este paso.
Se trata de un avance significativo en la medicina contemporánea, que ofrece nuevas herramientas a pacientes en situaciones límite y amplía el espectro de decisiones médicas y éticas en torno al final de la vida.