Estados Unidos
Obreros convertidos en salvavidas: la propuesta de NYC que divide opiniones frente a la crisis de opioides
El plan busca salvar vidas, aunque genera dudas sobre los límites entre prevención, salud pública y deber laboral.

Nueva York se encuentra al borde de aprobar una ley innovadora que obligaría al Departamento de Salud y Higiene Mental de la ciudad a dotar los sitios de construcción con kits de medicamentos contra los opioides como la naloxona, así como entrenar al personal de seguridad para intervenir frente a sobredosis.
El proyecto, conocido como Int. No. 1385-2025, fue presentado recientemente por concejales que alertan sobre cifras alarmantes de muertes por opioides entre obreros de las construcciones. Si la ley entra en vigor, cada sitio de obra mayor tendría un mínimo de cinco kits gratuitos de antídotos de opioides disponibles para emergencias.
Se estipula que los profesionales responsables de la seguridad en las obras: supervisores, coordinadores o gerentes de seguridad, recibirán capacitación obligatoria en el manejo de estos kits y en primeros auxilios relacionados con sobredosis. Además los obreros tendrán acceso voluntario a esta formación.

La medida pretende responder a datos estadísticos muy preocupantes. Según estudios de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) y organizaciones especializadas como CPWR, los trabajadores de construcción tienen tasas de muerte por sobredosis entre seis y siete veces superiores a las de otras industrias.
En Massachusetts, por ejemplo, el sector de construcción y extracción representó casi un cuarto de todas las muertes por sobredosis relacionadas con opioides en los últimos 6 años, con una tasa aproximada de 150.6 muertes por 100.000 trabajadores.
El contexto resume varias causas: las frecuentes lesiones laborales, fracturas, contusiones, dolores musculares o articulares que conllevan prescripciones de analgésicos; la vulnerabilidad de obreros con poca cobertura médica; el estigma que dificulta pedir ayuda para adicciones o dolor crónico; y la presencia creciente de opioides ilícitos como el fentanilo en el suministro de drogas, lo que multiplica los riesgos.
La ciudad ya ha tomado acciones previas relacionadas con el tema. En octubre de 2023, las agencias de salud y de edificaciones emitieron alertas en obras sobre los peligros del abuso de sustancias, especialmente del fentanilo, y comenzaron visitas de inspección para informar a obreros sobre naloxona y seguridad en obra. Sin embargo, la nueva ley busca institucionalizar estas prácticas.No depender solo de campañas, sino que el suministro de kits y la capacitación sean obligaciones legales.

Defensores señalan que esta normativa podría salvar muchas vidas si se implementa correctamente, ya que una intervención rápida durante una sobredosis puede ser decisiva. Críticos advierten sobre posibles desafíos logísticos: financiamiento para los kits, garantizar que siempre haya existencias, y asegurar que los obreros participen de la capacitación voluntaria.
Aunque el proyecto aún debe pasar comités y obtener aprobación final, ya ha generado apoyo significativo entre grupos de salud pública, obreros y entidades sindicales.Según datos oficiales del Departamento de Salud de Nueva York y del Centro Nacional de Estadísticas de Salud (CDC), las muertes por sobredosis de opioides en la ciudad aumentaron considerablemente durante los últimos años, superando la mayoría de los índices nacionales, lo que convierte este esfuerzo legislativo en una respuesta urgente y necesaria.