Padre atropella a su propio hijo en la entrada de su casa; esta es la historia

En Carolina del Norte, Estados Unidos, una serie de incidentes trágicos ha puesto en el foco la responsabilidad parental y la seguridad infantil en entornos domésticos. Recientemente, se han reportado varios casos donde niños pequeños han perdido la vida tras ser atropellados accidentalmente por vehículos conducidos por miembros de su propia familia.

Uno de los casos más conmovedores es el de Mateo Jaciel Ayala, un niño de un año que falleció después de ser atropellado por la camioneta de su padre en la entrada de su casa en Charlotte. Según informes, el padre creía que el niño estaba dentro de la vivienda cuando ocurrió el accidente. La familia, devastada por la pérdida, inició una campaña de recaudación de fondos para cubrir los gastos funerarios del pequeño.

En otro incidente en el condado de Franklin, un niño de un año murió tras ser atropellado en la entrada de una vivienda. Este tipo de accidentes, conocidos como “frontovers”, ocurren cuando un conductor no puede ver a un niño pequeño directamente frente al vehículo al avanzar lentamente. La organización Kids and Car Safety ha enfatizado la necesidad de implementar tecnologías como cámaras de visión de 360 grados y sistemas de frenado automático para prevenir estas tragedias.

Además, en Angier, una niña de dos años fue atropellada accidentalmente por sus padres en el estacionamiento de su casa. La menor fue trasladada al Hospital WakeMed de Raleigh, donde lamentablemente falleció debido a las heridas sufridas.

Estos casos han llevado a las autoridades a tomar medidas legales. En el caso de Mateo Ayala, aunque inicialmente se trató como un accidente, las investigaciones posteriores llevaron a la acusación de los padres por negligencia infantil. Este tipo de cargos reflejan la gravedad con la que se están abordando estos incidentes en el estado.

Las estadísticas respaldan la preocupación creciente. Según el Departamento de Transporte de Estados Unidos, en 2021, 710 niños murieron en vehículos de pasajeros y más de 100,000 resultaron heridos. Más de un tercio de los niños que fallecieron no estaban sujetos adecuadamente. Los asientos de seguridad para niños pueden reducir el riesgo de lesiones mortales en un 71 % para los bebés y en un 54 % para los niños pequeños.

En respuesta, Carolina del Norte ha intensificado sus esfuerzos para promover la seguridad infantil en vehículos. Durante la ‘Semana de Seguridad de Niños Pasajeros’, se llevaron a cabo eventos para educar a los padres sobre la correcta instalación de asientos de seguridad. Técnicos certificados ofrecieron inspecciones gratuitas en todo el estado para garantizar que los niños estén adecuadamente protegidos.

Además, las leyes en Carolina del Norte permiten que los padres o tutores legales presenten demandas en nombre de sus hijos lesionados. Estas demandas pueden cubrir gastos médicos, pérdida de ingresos futuros y daños emocionales. Es fundamental que las familias afectadas busquen asesoría legal para comprender sus derechos y opciones.

La serie de tragedias recientes en Carolina del Norte subraya la importancia de la vigilancia constante y la implementación de medidas de seguridad adecuadas en los hogares. La comunidad y las autoridades deben trabajar conjuntamente para prevenir futuras pérdidas y garantizar el bienestar de los más pequeños.