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Paramount paga 16 millones a Trump para silenciar demanda por manipulación de entrevista a Kamala Harris

El millonario acuerdo entre Paramount y Trump revela cómo el poder político puede influir en las decisiones editoriales de los grandes medios.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

2 de julio de 2025, 1:02 p. m.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sale de la Casa Blanca para visitar el caimán de Alcatraz, Florida.
Como parte del acuerdo, Paramount se compromete a publicar las transcripciones completas de futuras entrevistas que realice “60 Minutes” | Foto: Anadolu via Getty Images

Paramount Global ha aceptado pagar 16 millones de dólares al presidente Donald Trump para resolver de manera extrajudicial una demanda relacionada con la edición de una entrevista a la entonces vicepresidenta Kamala Harris en el programa “60 Minutes” de CBS.

Según el acuerdo, el dinero se destinará a la futura biblioteca presidencial de Trump, sin que él reciba ninguna compensación directa. La empresa mediana detrás de “60 Minutes” mantuvo que no se trata de admitir culpa alguna, ya que no se incluyó ninguna disculpa oficial.

La demanda se presentó originalmente en octubre de 2024 en el Distrito Federal del Norte de Texas, donde Trump reclamaba $10 mil millones de dólares, cifra que posteriormente elevó a $20 mil millones argumentando violaciones a la ley de prácticas comerciales engañosas de Texas.

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Dentro de CBS News también se han producido renuncias; el productor ejecutivo de “60 Minutes”, Bill Owens, y la presidenta de CBS News, Wendy McMahon, abandonaron sus cargos argumentando presión de la casa matriz para apaciguar la disputa. | Foto: Getty Images

El caso se centraba en acusar a CBS de difundir dos versiones distintas de la misma respuesta de Harris sobre la guerra en Gaza, supuestamente para favorecer a los demócratas. CBS argumentaba que la edición fue una decisión editorial legítima, no manipulativa, y defendía que “60 Minutes” “se adhiere a los procesos estándar de edición”.

Como parte del acuerdo, Paramount se compromete a publicar las transcripciones completas de futuras entrevistas que realice “60 Minutes” a candidatos presidenciales, salvo redacciones justificadas por razones legales o de seguridad nacional.

Ese compromiso ha sido apodado coloquialmente como la “Regla Trump”. La categoría de “noticia de interés público” queda sujeta a futuras evaluaciones si la FCC lo requiere tras analizar el material.

El contexto del acuerdo está estrechamente vinculado a la fusión pendiente entre Paramount y Skydance Media, por valor de $8.400 millones de dólares.

Esta operación requiere aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), presidida por Brendan Carr, nombrado bajo la administración Trump. Carr reactivó una queja previa contra CBS por “distorsión informativa”, lo que generó presión adicional sobre Paramount. La decisión de evitar un juicio se interpretó como una estrategia para facilitar la fusión y evitar retrasos reguladores.

En última instancia, el acuerdo pone en evidencia cómo el poder político puede condicionar el comportamiento mediático y generar cambios concretos en las políticas editoriales
Partidarios de Trump y Harris se reúnen frente a los estudios de CBS en Nueva York durante el debate vicepresidencial. | Foto: Anadolu via Getty Images

El acuerdo ha generado reacciones mixtas. Por un lado, desde Paramount se enfatiza la voluntad de resolver rápidamente sin admitir culpa, protegiendo inversiones y proyectos corporativos. Por otro, se han elevado críticas desde grupos de defensa de la libertad de prensa, como Freedom of the Press Foundation, y senadores como Elizabeth Warren y Bernie Sanders, que advierten que este tipo de pagos podría equivaler a sobornos y sentar precedentes peligrosos para la independencia editorial de los medios.

Dentro de CBS News también se han producido renuncias; el productor ejecutivo de “60 Minutes”, Bill Owens, y la presidenta de CBS News, Wendy McMahon, abandonaron sus cargos argumentando presión de la casa matriz para apaciguar la disputa. Varios corresponsales actuales han manifestado que, sin la autonomía editorial necesaria, el prestigio del programa podría verse seriamente comprometido.

En última instancia, el acuerdo pone en evidencia cómo el poder político puede condicionar el comportamiento mediático y generar cambios concretos en las políticas editoriales, especialmente cuando procesos corporativos significativos como fusiones multimillonarias están en juego. También plantea interrogantes sobre la salud del periodismo independiente en entornos de alta presión política.