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¿Por qué Donald Trump no quiere compartir más información sobre el caso Epstein? Estas serían sus razones
El silencio de Trump sobre los archivos de Epstein desata tensiones dentro del movimiento MAGA y revive teorías conspirativas.

En medio de una creciente controversia, el expresidente Donald Trump ha declinado compartir los supuestos “archivos Epstein”, lo que ha generado críticas tanto entre sus aliados como desde sectores de oposición.
El Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI confirmaron recientemente que no existe una “lista de clientes” de Jeffrey Epstein y que su muerte en prisión en agosto de 2019 fue suicidio.
Trump, visiblemente molesto, interrumpió en una reunión del gabinete cuando un periodista preguntó por el caso, tachando la insistencia como una “desecración” y un desperdicio de atención en momentos en que el país debería enfocarse en “éxitos” y tragedias recientes, como el caso de Texas.

Complementó su reacción con una publicación en Truth Social, en la que se distanció aún más de cualquier relación con Epstein, afirmando que esas teorías no eran más que “fantasmas”.
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Sin embargo, nada detuvo a sus críticos dentro del movimiento MAGA, quienes se sienten traicionados ante la revelación de que no existe una lista que pudiera comprometer a personajes poderosos.
El exconductor de Fox News Patrick Bet-David calificó la gestión como el “error más grande” de la administración Trump, señalando que afecta al 20 % más fiel de su base.
Jonathan Stewart, analista y comediante, vaticinó que Trump terminaría desvinculando a la fiscal general Pam Bondi, al considerar que ha sido una figura clave en la pérdida de confianza de los seguidores.

El magnate Elon Musk se sumó a las críticas. Musk afirmó en X que Trump aparece en los archivos de Epstein y cuestionó: “¿Cómo esperan que la gente crea en Trump si no libera esos archivos?”. Aunque luego borró la publicación, su señal reforzó la sensación de fractura dentro del apoyo pro-Trump.
La mayor parte de las evidencias apuntan a que el supuesto “archivo” al que se refería Bondi no era una lista secreta, sino el cúmulo de documentos judiciales sobre Epstein, como confirmó la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. Según estas autoridades, se trataba de “todo el expediente”, no de una nómina de personas sometidas a chantaje.
El FBI y el DOJ también publicaron fragmentos de video de vigilancia de la noche de la muerte de Epstein. Si bien se detectó un minuto faltante, se atribuyó a las deficiencias del sistema de grabación nocturno del penal. Estos materiales no muestran intrusiones en su celda, lo que refuerza la conclusión de que se trató de un suicidio y no de un homicidio.
Mientras tanto, voces del Partido Demócrata impulsan una presión política adicional. El Comité Judicial de la Cámara de Representantes, liderado por el congresista Jamie Raskin, pidió a Bondi y al DOJ la entrega de todo documento que mencione a Trump en el contexto de Epstein.
Trump y su círculo enfrentan un dilema: sin revelaciones comprometedoras, los críticos internos y externos cuestionan su compromiso con la transparencia. La narrativa que impulsó parte de su base, una conspiración de élites, se ve debilitada.
El desafío ahora es contener el ruido mediático y realinear la atención pública hacia temas considerados más favorables