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Se hizo pasar por jardinero para matar a un grupo de personas: esto fue lo que ocurrió en Colorado
Con herramientas falsas y un lanzallamas casero oculto, el agresor se camufló entre los manifestantes antes de desatar un ataque ideológico que dejó varios heridos en Boulder.

Un hombre se hizo pasar por jardinero para infiltrarse en una manifestación y lanzar un ataque incendiario que dejó al menos trece personas heridas en Boulder, Colorado.
Vestido con ropa de trabajo y llevando herramientas falsas, Mohamed Sabry Soliman, de 45 años y origen egipcio, ocultaba cocteles molotov y un lanzallamas artesanal con los que arremetió contra un grupo de ciudadanos que participaban en una caminata pacífica en el centro comercial Pearl Street Mall, según reportó el diario The Denver Post y confirmaron documentos judiciales presentados ante la Corte del Distrito de Colorado.
El evento, organizado por la iniciativa “Run for Their Lives”, buscaba llamar la atención sobre los rehenes israelíes retenidos por Hamás en Gaza. Testigos aseguran que el atacante gritó consignas como “¡Palestina libre!”, antes de lanzar los artefactos incendiarios hacia los manifestantes, en su mayoría personas mayores de edad, algunas con raíces judías o activismo proisraelí.
Según las autoridades, entre los heridos se encuentra un sobreviviente del Holocausto y un profesor universitario con graves quemaduras.
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Investigadores del FBI y la Policía local hallaron evidencia de que el ataque había sido planeado meticulosamente durante más de un año. Soliman habría construido las armas caseras tras no poder comprar armas de fuego legalmente debido a su estatus migratorio. Entró al país en 2022 con visa temporal y pidió asilo político, pero su solicitud seguía pendiente y su permiso de trabajo había expirado recientemente.
Durante los interrogatorios, el atacante confesó que su objetivo era “matar a todos los sionistas” y afirmó que consideraba a los manifestantes como parte de un “sistema opresor global”, según consta en la denuncia formal presentada por la fiscalía federal. El FBI catalogó el incidente como un acto de terrorismo doméstico con motivaciones ideológicas extremistas.
El expediente judicial incluye evidencia de búsquedas en internet relacionadas con tácticas de ataque, compra de sustancias inflamables y discursos extremistas antisionistas.

Organizaciones como la Liga Antidifamación (ADL) y el Southern Poverty Law Center han advertido del creciente riesgo de radicalización ideológica en individuos sin vínculos directos con organizaciones terroristas, pero expuestos a discursos de odio en redes sociales. Según el último informe del FBI, los crímenes de odio por motivos religiosos aumentaron en un 63 % en Estados Unidos, siendo la comunidad judía la más afectada.
El gobernador de Colorado condenó públicamente el hecho y pidió reforzar los mecanismos de detección de amenazas en espacios públicos. Mientras tanto, líderes comunitarios llaman a no generalizar ni caer en islamofobia, recordando que los actos individuales de violencia no representan a comunidades enteras.
El ataque en Boulder revela una nueva cara del extremismo en Estados Unidos: un atacante solitario, motivado por discursos ideológicos, que actúa con premeditación y se camufla en el paisaje cotidiano.
Las autoridades continúan investigando si Soliman tuvo contactos con redes internacionales o si actuó por cuenta propia, aunque ya enfrenta múltiples cargos por intento de homicidio, terrorismo y uso de armas no convencionales.