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Texas veta ley que no permitía comercialización de productos con componente de cannabis. Se iban a perder millones de dólares
Los legisladores republicanos habían presentado dicho proyecto en pro de la regulación.
El gobernador del estado republicano de Texas, Greg Abbott, decidió no firmar ni acoger un proyecto de ley que le imponía fuertes restricciones a productos con contenido de THC, el principal componente químico del cannabis.
La ley tipificaba como delito menor la fabricación, posesión o venta de estos productos con tetrahidrocannabinol.
Si bien Texas ostenta las leyes más restrictivas del país en este rubro, la realidad es que la economía que circula alrededor de este mercado genera millones de dólares, y muchas familias viven de ellos.
Por ejemplo, el estado sureño no permite el uso recreativo del cannabis, y limita su uso médico. Sin embargo, un vacío legal permite el comercio y producción de productos con características y efectos similares.
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En el 2018, replica AP, el gobierno de Estados Unidos le pidió a los estados regular a través de leyes federales el cáñamo, una planta con componente de THC menor al 0,3%.
¿Qué es el cáñamo?
La planta se usa para fabricar textiles, plásticos y otros que, mediante un proceso industrial, logran extraer el THC y usarlo en diferentes productos para el consumo.
Aquí, las personas encontraron un camino para acceder a productos que producen un efecto similar al del canabbis.
A pesar de los intentos jurídicos y legislativos para prohibirlos, en Texas hay más de 8.000 tiendas y cultivos que se dedican a este negocio.
El impacto del cáñamo en la economía local
Hometown Hero, empresa dedicada a la producción, cultivo y trato de este tipo de cannabis, dice que produce 4.500 kilogramos de cáñamo al año.
En entrevista con CNN, el gerente de operación, Holden Hylander, dice que cosecha más de 3.000 anualmente.
Alrededor de septiembre se producen caramelos, aceites y otro tipo de comestibles con THC.
Lukas Gilkey, cofundador de Hometown Hero, afirma que este tipo de mercado ha sido un “gran beneficio económico para Texas”.
“La industria genera más 2.064 millones de dólares en ingresos fiscales anuales. Está generando economía para muchas familias” agrega Gilkey.
Varios políticos y funcionarios en Estados Unidos han expresado su preocupación por la no regulación de estos productos, que consideran pueden tener componentes peligrosos de acceso libre.
Por ahora, la regulación de Texas seguirá dejando comercializar dichos productos.
