El presidente Donald Trump anunció que 14 de las 17 mayores farmacéuticas del país acordaron reducir los precios de medicamentos en Estados Unidos, siguiendo la política de nación más favorecida que busca garantizar que los estadounidenses paguen precios justos comparados con otros países desarrollados.
La medida representa uno de los avances más significativos en décadas para la regulación de los costos de medicinas.

Acuerdo histórico con grandes farmacéuticas
La Casa Blanca informó, tras la iniciativa impulsada por Trump y destacada por el administrador de CMS, Mehmet Oz, que 14 de las 17 principales compañías farmacéuticas aceptaron reducir los precios de medicamentos en Estados Unidos.
Esta estrategia busca que los precios se alineen con los niveles más bajos pagados por esos mismos medicamentos en otros países desarrollados, beneficiando a millones de pacientes que enfrentan costos elevados en farmacias y programas como Medicaid, como se ha indicado en el canal oficial de la Casa Blanca.
El presidente Trump calificó la medida como una acción “audaz” y destacó que este acuerdo es el resultado de negociaciones directas con los fabricantes, muchos de los cuales habían recibido previamente cartas de la Casa Blanca exigiendo ajustes en sus precios.
Según la administración, estos cambios permitirán a los consumidores estadounidenses pagar menos por medicamentos esenciales y reducirán la carga financiera en programas públicos de salud.
.@POTUS: "As of today, 14 out of the 17 largest pharmaceutical companies have now agreed to drastically lower drug prices for their American patients... This represent the greatest victory for patient affordability in the history of American healthcare by far." pic.twitter.com/k8O6WlzG31
— Rapid Response 47 (@RapidResponse47) December 19, 2025
Impacto en los consumidores y el mercado farmacéutico
La iniciativa de nación más favorecida fue establecida mediante una orden ejecutiva firmada en mayo de 2025 y representa un esfuerzo por aplicar a Estados Unidos un estándar similar al que ya se utiliza en países desarrollados para negociar precios de medicamentos.
Aunque la reducción de costos se aplicará de manera directa a ciertos programas como Medicaid y algunos seguros privados, los expertos advierten que la magnitud de la disminución en los precios de farmacia para el consumidor final todavía dependerá de la implementación específica de cada compañía y de las regulaciones locales, como informa AP News.
Analistas señalan que, además de los beneficios inmediatos para los pacientes, el acuerdo ofrece incentivos regulatorios y exenciones para las farmacéuticas que participan, lo que podría fortalecer la cooperación entre el gobierno y la industria a largo plazo.

Además de las reducciones anunciadas, la Casa Blanca adelantó que se establecerán mecanismos de seguimiento para garantizar que las farmacéuticas cumplan los nuevos precios y que no haya aumentos ocultos en otros cargos relacionados con la compra de medicamentos.
Esto incluye la supervisión de programas de seguros privados y farmacias minoristas, así como la evaluación periódica de cómo estas medidas afectan realmente el costo final para los pacientes estadounidenses.
Expertos en salud pública destacan que, si bien estos acuerdos son un paso importante, la eficacia real dependerá de la implementación y transparencia de la información sobre precios a nivel nacional.










