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Trump militariza Los Ángeles y deja a California vulnerable a incendios: Newsom revierte la jugada
En plena tensión por las redadas del ICE y la militarización de Los Ángeles, el gobernador Newsom logra recuperar parte de la Guardia Nacional para enfrentar una inminente crisis de incendios forestales.

En las primeras horas del 2 de julio de 2025, el Pentágono ordenó el regreso de 150 soldados de la Guardia Nacional de California a funciones estatales, después de haber participado en operaciones federales en Los Ángeles durante las protestas contra redadas de ICE.
Esta medida, solicitada por el comandante del Mando Norte de Estados Unidos, general Gregory Guillot, responde a una aguda amenaza: el inicio anticipado de una temporada alta de incendios forestales, que exige reforzar las unidades de combate contra incendios del estado.
El Gobernador Gavin Newsom reiteró que desde comienzos de mes esas brigadas estaban operando al 40 % de su capacidad debido a la desviación de efectivos hacia Los Ángeles, lo que limitó los esfuerzos de prevención y respuesta.

Los indicios meteorológicos confirman el argumento. La Oficina del Servicio Nacional de Meteorología para Los Ángeles advirtió de condiciones secas y viento sostenido durante los próximos días, lo que eleva el riesgo de incendios en áreas periféricas.
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La decisión tomada por el secretario de Defensa, Pete Hegseth, de liberar a 150 efectivos federales forma parte de una orden judicial emitida hace semanas que devolvía control sobre la Guardia a Gavin Newsom, declarando que la federalización masiva sin su autorización violaba la Constitución.

Más de 4.000 miembros de la Guardia Nacional de California y alrededor de 800 marines habían sido desplegados en junio en Los Ángeles, bajo el mando de la administración Trump, con la finalidad de proteger propiedades federales y apoyar acciones contra inmigración, tras las protestas suscitadas por redadas de ICE.
La presencia militar generó críticas inmediatas de autoridades locales y estatales, incluido el gobernador, que consideraron la medida un exceso de poder y una interferencia en la soberanía estatal. Newsom incluso presentó una demanda contra Trump, argumentando una violación del Título 10 y la Décima Enmienda.
La operación en Los Ángeles se desplegó bajo el nombre Joint Task Force 51, un esquema de mando dual del Mando Norte diseñado para coordinar respuesta militar en emergencias civiles.
Aunque oficialmente los militares no estaban autorizados para realizar arrestos, se reportó que marines detuvieron a civiles en al menos una ocasión. Además, se vivieron escenas de enfrentamientos, vandalismo y arrestos. Según registros oficiales, más de 575 personas fueron detenidas y 17 integrantes de la prensa resultaron heridos durante los disturbios en junio.

En respuesta a la retirada parcial de tropas, el gobernador Newsom declaró: “Trump cedió. Nuestros bomberos vuelven a la lucha contra incendios. Ahora, que regresen al resto, pues cerca de 5 000 soldados están en L.A. sin hacer nada”. La contraparte federal, en tanto, justifica el despliegue como necesario para proteger instalaciones y personal de ICE, aunque la administración sigue enfrentando procesos judiciales e investigaciones constitucionales.
La reubicación de 150 guardias marca un paso significativo en esta tensa relación entre gobierno estatal y federal, poniendo de manifiesto la fragilidad de los límites legales en el uso del ejército dentro del territorio nacional.
Mientras tanto, los incendios amenazan, lo que hace urgente un reforzamiento de las tropas disponibles. Las autoridades estatales enfatizan que la protección de comunidades y bosques debe prevalecer sobre maniobras políticas.
Según declaraciones oficiales del Pentágono, “Task Force 51 liberará aproximadamente a 150 miembros de la Guardia Nacional de California” para regresar a su mando estatal.