Estados Unidos
Trump prohíbe a mujeres trans competir en deportes femeninos y desata polémica mundial por derechos y equidad
La nueva orden ejecutiva firmada por el presidente estadounidense redefine las reglas del deporte femenino y reaviva el debate global sobre identidad de género, justicia competitiva y derechos humanos.

El presidente Donald Trump firmó en febrero de 2025 la Orden Ejecutiva 14201, titulada ‘Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos’, con el objetivo declarado de excluir a mujeres transgénero de las competencias escolares y universitarias femeninas en Estados Unidos.
La medida amenaza con retirar fondos federales bajo el amparo de la Ley Title IX a cualquier institución que no cumpla esta restricción. Además, instruye al Departamento de Estado a presionar a organismos internacionales, como el Comité Olímpico Internacional (COI), para que revisen y modifiquen sus criterios de participación.
Recientemente, el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) alineó sus normas internas con esta orden, prohibiendo a mujeres transgénero competir en eventos femeninos a partir del 21 de julio de 2025.

Aunque el texto no menciona directamente la palabra “transgénero”, sí incorpora una sección adicional que exige a todas las federaciones deportivas nacionales un entorno “justo y seguro” para las mujeres, en cumplimiento de la orden presidencial y de la Ley Olímpica Ted Stevens.
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Esta política surte efecto a partir del 1 de agosto de 2025, y su aplicación obligará a organizaciones como USA Swimming, USA Fencing y USA Track & Field a adaptar sus reglamentos internos.
Según cifras de la NCAA, menos de diez mujeres transgénero competían entre los aproximadamente 500.000 atletas universitarios, lo que sus partidarios interpretan como un grupo reducido afectado, mientras que críticos denuncian una violación de derechos fundamentales.
El USOPC justificó el cambio con una carta firmada por su presidenta ejecutiva, Sarah Hirshland, y por el presidente, Gene Sykes, donde explican que, como organización con carta federal, “tienen la obligación de cumplir las expectativas del gobierno”.

Añaden que su nueva política refuerza su compromiso hacia un ambiente deportivo equitativo para las mujeres, resonando con la interpretación restringida de Title IX establecida por la orden ejecutiva.
Por otro lado, la Universidad de Pennsylvania ya fue objeto de investigación federal por permitir a la nadadora trans Lia Thomas competir y conservar sus marcas. Bajo presión del Departamento de Educación, eliminó esos tiempos como parte de un acto de cumplimiento con la orden ejecutiva y las normas de Title IX.
Esta ola medida se da en un contexto más amplio: en enero de 2025, Trump firmó otra orden que revoca el reconocimiento legal de las identidades de género distintas al sexo asignado al nacer y obliga a agencias federales a referirse solo al sexo biológico.
Además, creó un equipo especial para investigar denuncias de Title IX relacionadas con mujeres trans en deportes escolares, respaldado por los departamentos de Educación y Justicia.
Organizaciones como GLAAD, la Sport & Rights Alliance y la National Women’s Law Center rechazan estas decisiones, calificándolas como discriminatorias, peligrosas y contrarias a la ciencia, ya que diversos estudios indican que excluir a mujeres trans de los deportes golpea su bienestar emocional, su autoestima y su pertenencia social.
Actualmente, se anticipan acciones legales relevantes, incluida la demanda Little v. Hecox, que la Corte Suprema revisará durante el período 2025-2026, y que podría definir el alcance de estas restricciones a nivel federal.