Estados Unidos

Trump reactiva las deportaciones en el sector agrícola, pese a cosechas en riesgo y protestas en Estados Unidos

La reactivación de estas redadas desata el temor entre los trabajadores, tensión social y riesgos para el suministro alimentario del país.

Darwin Schneider Correa Parra

Pasante de Mundo - Semana.

1 de julio de 2025, 2:14 p. m.
Vista superior horizontal de manos de un hombre irreconocible sosteniendo café rojo recién hecho al aire libre.
Vista de cerca de la mano recortada de un caficultor sosteniendo un grano de café fresco | Foto: Getty Images

El presidente Donald Trump ha reactivado una serie de redadas en el sector agrícola de California, generando una ola de preocupación en una industria que depende en gran medida de mano de obra migrante.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) canceló una directriz que suspendía los arrestos en granjas, hoteles y restaurantes, lo que obligó a retomar el control migratorio en estos sectores.

Este cambio, según sindicatos y productores, provoca un efecto dominó que amenaza tanto la cosecha como la economía local.

Un joven agricultor con mono y sombrero sostiene una caja llena de cosecha en el campo agrícola en un día soleado de verano
Agricultor sosteniendo una caja llena caminando por el campo agrícola | Foto: Getty Images

California, epicentro de una industria agrícola cuyo valor supera los $60.000 millones de dólares, sufre ya la ausencia de hasta el 70 % de sus trabajadores rurales durante campañas de cosecha, debido al temor que despierta el ICE. La magnitud de esta retirada refleja la dependencia crítica del sector del trabajo inmigrante, estimado en un 80 % a nivel nacional por expertos.

Trump, consciente de este dilema, anunció a finales de junio estar trabajando en un “pase temporal” para migrantes en agricultura y hotelería, permitiéndoles seguir pagando impuestos mientras se mantenga su empleo.

Sin embargo, altos mandos de la administración, como el zar de la frontera, Tom Homan, han negado cualquier cambio real en política migratoria, lo que ha dejado al sector en incertidumbre.

Las manifestaciones dejan cientos de detenidos y millonarias pérdidas. El Gobierno Trump, por su parte, mantiene su retórica contra los manifestantes.
Las manifestaciones dejan cientos de detenidos y millonarias pérdidas. El Gobierno Trump, por su parte, mantiene su retórica contra los manifestantes. | Foto: gettyt images

Las protestas en Los Ángeles, que comenzaron en junio tras redadas en instalaciones locales, derivaron en enfrentamientos entre manifestantes, policía local y tropas federales. Más de 4.100 miembros de la Guardia Nacional y 700 marines fueron desplegados.

La tensión creció en ciudades como Fresno, Sacramento y Oakland con movilizaciones bajo el lema “No Kings”, donde decenas de miles reclamaron el cese de las deportaciones.

La Liga de Agricultores Nisei, con sede en Fresno, expresó su consternación por la reversión de la pausa en las redadas, advirtiendo sobre un “daño económico tremendo” si el miedo continúa permeando entre los trabajadores. Organizaciones como United Farm Workers ofrecen asesoría legal a empleadores para proteger a sus trabajadores y evitar consecuencias en la producción.

Un campesino de la región central indicó que sin estos trabajadores “quienes pagan impuestos y permiten que los agricultores sigan funcionando, se arriesga el propio suministro alimentario de Estados Unidos”.

Economistas señalan que las interrupciones en California podrían encarecer frutas y verduras y presionar la cadena alimentaria nacional .

Por otro lado, en 2025 ya se han presentado demandas legales al Gobierno federal, entre ellas la del gobernador Gavin Newsom contra la federalización de fuerzas en ciudades santuario. Juristas advierten que el apoyo a estas políticas podría revertirse si no se consideran las consecuencias sociales y económicas

La situación deja en evidencia una contradicción entre la postura autoritaria de Trump en materia migratoria y la realidad de los sectores productivos, que exigen estabilidad laboral.

Con una población altamente dependiente del trabajo agrícola y un estado de alarma que ya incide en la producción, California se enfrenta a un pulso entre deportación y subsistencia económica.