La agencia migratoria de Estados Unidos dejó atrás la flexibilidad aplicada durante la pandemia y ahora exige que las fotografías biométricas usadas en trámites clave sean recientes, como parte de un refuerzo en los controles de identidad.

Cambios en la foto de documentos de inmigración
Desde diciembre de 2025, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) aplica un cambio que impacta directamente a miles de solicitantes: solo aceptará fotografías biométricas tomadas dentro de los 36 meses previos a la presentación de un trámite migratorio.
La medida, ya en vigor, busca reforzar la seguridad del sistema y reducir riesgos de fraude, luego de años en los que se permitió reutilizar imágenes mucho más antiguas debido a las excepciones implementadas durante la pandemia.
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha introducido una modificación de política significativa que redefine cómo se gestionan las fotografías en los trámites migratorios, con impacto inmediato en solicitantes de residencia, ciudadanía y otros beneficios migratorios en todo el país.
A partir del 12 de diciembre de 2025, la agencia estableció un límite estricto, ya que solo se considerarán válidas las imágenes biométricas capturadas dentro de los 36 meses previos a la presentación de una solicitud.
Esta medida, que ya está en vigor, sustituye un régimen más flexible que había permitido reutilizar fotos antiguas, incluso de más de una década en algunos casos, como consecuencia de las adaptaciones implementadas durante la pandemia de la covid-19.

¿Por qué se estableció esta medida?
La justificación oficial detrás de este cambio responde a la necesidad de fortalecer los procesos de verificación de identidad y reducir el riesgo de fraude y suplantación en los documentos migratorios.
Según lo expresado por USCIS, las fotografías más recientes aseguran que las credenciales emitidas reflejen de forma más fiel la apariencia actual del solicitante, mejorando la seguridad del sistema migratorio.
Dicha orientación busca corregir situaciones donde una imagen utilizada en un documento seguro podía tener hasta más de veinte años de antigüedad al momento de expirar dicho documento.
Además de la limitación temporal, la directiva prohíbe la aceptación de fotografías suministradas directamente por los solicitantes, como selfies o imágenes escaneadas enviadas con formularios.
En adelante, USCIS solo validará fotos tomadas por sus propios servicios biométricos o por entidades oficialmente autorizadas, lo que elimina cualquier posibilidad de presentación de material fotográfico personal fuera de estos canales.
Esta decisión es parte de un esfuerzo por garantizar que cada imagen cumpla con estándares oficiales de captura y almacenaje.
La actualización también especifica que algunos trámites migratorios siempre exigirán la captura de nuevos datos biométricos, sin posibilidad de reutilizar fotografías anteriores, independientemente de su antigüedad.

Entre estos se encuentran solicitudes de naturalización, reemplazo de la tarjeta de residente permanente y ajustes de estatus, procedimientos en los cuales la presencia física del solicitante para la toma de nuevos biométricos ya era requisito obligatorio.
La nueva política de USCIS sobre la antigüedad de las fotos marca un retorno a prácticas más exigentes en la gestión de identidad dentro del sistema migratorio estadounidense, con la finalidad explícita de asegurar que cada documento oficial refleje con precisión la identidad del titular al momento de la emisión.










