Música
5 canciones para recordar a Jim Morrison
Arcadia recuerda al mítico vocalista de The Doors con esta recopilación de cinco canciones inolvidables.
Estas son algunas de sus canciones más importantes:
The end (1967): Es el último tema de su álbum debut, crucial para la historia del grupo. Antes de ser famoso, Jim Morrison solía dejar esta canción para el final de sus presentaciones en los bares, pero en una ocasión cambió la última estrofa por una improvisación que enojó al dueño del bar:
Father, I want to kill you. / Mother, I want to fuck you.
(Padre, quiero matarte. / Madre, quiero follarte).
La incestuosa creación provocó el despido de la banda, pero también inspiró al dueño de Elektra Records a ofrecerle un contrato de grabación.
Alabama Song (1967): Una de esas canciones cuyo nombre oficial pocos tienen claro, pero todos la han escuchado alguna vez. También conocida como Whisky Bar o Moon of Alabama, esta composición es original de Bertolt Brecht y Kurt Weill. La versión de The Doors respeta la mayoría de la letra original, pero reemplaza el verso Show me the way to the next little dollar (Muéstrame el camino hacia el siguiente pequeño dolar) por Show me the way to the next little bar (Muéstrame el camino hacia el siguiente pequeño bar).
Love street (1968): Tema que nace de un poema escrito por Morrison, quien se inspiró en la calle donde vivía junto a su novia, Pamela Courson. La vivienda estaba ubicada en la zona Laurel Canyon de la ciudad de Los Angeles, California y, a pesar de que se ha convertido en un lugar de culto para los fans de The Doors, un incendio provocado a finales del año 2011 la consumió parcialmente.
Riders on the storm (1971): La voz profunda de Morrison entona una macabra historia inspirada en el asesino Billy Cook, quien hizo auto stop y mató a la familia de seis personas –tres adultos y tres niños– que lo recogió en la carretera. El tema hace parte del álbum L.A. Woman, el último que contó con la participación de Morrison.
Tendencias
The roadhouse blues (1979): Escrita por la banda para el disco Morrison Hotel de 1970, esta versión en vivo inédita apareció en el álbum póstumo de Jim Morrison, An American Prayer, y es considerada una de las mejores actuaciones en vivo del artista.
Aparte de esta versión en vivo, todos los temas de este álbum son musicalizaciones que la banda hizo de poemas escritos por Morrison, quien había fallecido ocho años antes.