Carolina Jaramillo, fundadora de Música para vivir, junto a dos de las jóvenes que participan en el programa.

Aterciopelados

La música contra la enfermedad

Barrio Colombia, la fundación que lanzará al mercado el disco ‘El Dorado’ de Aterciopelados, destinará entre el 30% y el 50% de los ingresos obtenidos por las ventas a la fundación Música para vivir como homenaje a esta causa social.

RevistaArcadia.com
17 de noviembre de 2015

Música para vivir es un programa que nace de una historia amor. La de la cantante Carolina Jaramillo y su esposo, el fotógrafo Alejandro Cock. Después de una relación de diez años, y de enterarse de que Cock padecía de cáncer, la pareja decidió crear la fundación para ayudar a niños con esa enfermedad a través de la musicoterapia.

Juntos emprendieron la aventura de ayudar a las demás y aunque él murió, Jaramillo continuó y hoy cerca de 7.000 niños hospitalizados y sus familias se benefician de este proyecto. Por eso la fundación Barrio Colombia, que también se interesa en fomentar la cooperación y el desarrollo social, decidió destinar entre el 30% y el 50% de los ingresos que reciba de las ventas del disco ‘El Dorado’ de Aterciopelados a Música para vivir.

Según diversos estudios científicos, la música aumenta las endorfinas que son las responsables de la alegría y ésta, a su vez, genera efectos positivos sobre el sistema inmunológico. Algunos de los efectos de la musicoterapia es que le permite a las personas con cáncer afrontar síntomas como el dolor, la ansiedad, el miedo, la depresión o la rabia. Como también estimular los sentidos y disminuir la sensación de aislamiento.

Musica para vivir es entonces, además de un proyecto de sanación, un espacio lúdico y pedagógico en el que los niños con leucemia tienen la oportunidad de disminuir los temores y ansiedades causados por la enfermedad a través del juego y el arte. Allí, mediante diferentes estrategias que apuntan a fortalecer habilidades para la vida y dispositivos básicos de aprendizaje, su paso por el Hospital Infantil de San Vicente no se limita solamente al tratamiento tradicional.

Además de recibir apoyo de Barrio Colombia, la entidad funciona como un nodo integrado al programa Medellín vive la música, de la alcaldía de esa ciudad. Esto les da la posibilidad a los niños que salen del hospital o terminan tratamientos, de integrarse a las casas de la música de sus barrios para dar continuidad a su labor.