Nación
Alarma por posible plan de los Comandos de Frontera por captura de alias Araña: “Sitiar a Bogotá”
Un estudio reservado de la Fuerza Pública advierte que los miembros de los Comandos de Frontera estarían dispuestos a paralizar Bogotá para presionar la liberación de su máximo cabecilla.
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Un informe de inteligencia de la Fuerza Pública conocido por SEMANA alerta que los Comandos de Frontera, disidencia de la Segunda Marquetalia, pretenderían movilizar a cientos de personas hacia la capital del país para presionar al Gobierno nacional y evitar la extradición a Estados Unidos de alias Araña, su principal cabecilla. La alarma de los agentes es que el grupo delincuencial tendría como objetivo “sitiar a Bogotá”.
Este hombre fue detenido el pasado 12 de febrero por funcionarios del CTI de la Fiscalía al término del tercer ciclo de conversaciones de paz en un hotel de Bogotá. Una corte de California lo requiere por el posible envío reciente de cocaína y emitió una circular roja de Interpol.
Aunque la Corte Suprema de Justicia tendrá que darle viabilidad a la solicitud de extradición, será el presidente Gustavo Petro el que defina el futuro del delincuente: él podría frenar la medida si lo ve comprometido con la negociación que busca desarmar a la organización criminal.
El hallazgo de las unidades de inteligencia es que los integrantes de la estructura ilegal estarían dispuestos a llevar a un número considerable de campesinos del Amazonas hasta las calles de la capital para forzar la liberación de su cabecilla y el primer experimento se realizó este 18 de febrero en las avenidas de Putumayo, cuando los guerrilleros obligaron a los habitantes de Orito, Valle del Guamuez, Puerto Asís y San Miguel a respaldar las protestas “a favor de la paz”, que programó la sociedad civil, según campesinos de la región que pidieron guardar sus identidades, porque podrían ser declarados objetivo militar.
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De acuerdo con estos testimonios, los Comandos de Frontera intimidaron a las comunidades rurales y líderes sociales con “multas, destierro o muerte” si no acudían a la movilización. Una de las personas consultadas para este informe relató que hubo extorsiones de hasta cinco millones de pesos por la inasistencia.
Las presiones también fueron denunciadas por la Marcha Patriótica: “Ahora obligan a la gente a una marcha, según ellos, por la paz, cuando en el fondo lo que buscan es ejercer presión sobre el Gobierno para que liberen a su cabecilla”.
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Este grupo delincuencial ha aumentado su poder exponencialmente en la región. Con base en la información suministrada por las Fuerzas Militares, el narcotráfico es su músculo financiero más potente y la producción de cocaína es una excusa para ejercer el control social sobre las comunidades que se dedican a estas labores. Las disidencias de las Farc, tanto las de Iván Mordisco como las de Calarcá, están en guerra con esta organización para arrebatarles el dominio.
La presencia de los Comandos de Frontera no es exclusivamente en las economías ilegales. Los datos revelados en las comisiones de seguimiento a las elecciones atípicas programadas para este domingo en Putumayo, donde se elegirá al gobernador y al alcalde de Puerto Guzmán, ponen en evidencia que los ilegales están participando activamente en política: tres municipios están en riesgo extremo, seis en alto y cuatro en medio.
En una carta dirigida al Ministerio del Interior, la Defensoría del Pueblo detalló que en esta jornada electoral no se descartan posibles casos de constreñimiento y varios de ellos podrían estar motivados por el grupo de alias Araña, con especial interés hacia la administración departamental.
Informes de inteligencia, testimonios de comunidades y datos en poder de la Defensoría del Pueblo dejan al descubierto las posibles amenazas de los Comandos de Frontera, que no solo buscarían influir en las decisiones judiciales a través de marchas en Putumayo y Bogotá, también expandir su control político, electoral y social.