Alias Gabriela confesó cuánto dinero valió el arma con la que sicario de 14 años disparó a Miguel Uribe Turbay: “Un juguetote”

Los cuatro capturados por el atentado a Miguel Uribe Turbay ya han comenzado a hablar y, poco a poco, se está reconstruyendo el rompecabezas de cómo se planeó y ejecutó el crimen.

Uno de los nombres clave es el de Katerine Andrea Martínez Martínez, una mujer de 19 años que responde al alias de Gabriela. SEMANA conoció en exclusiva su testimonio y en él hay varios detalles importantes.

Uno de ellos tiene que ver con la Glock calibre 9 mm, el arma que utilizó el joven sicario de 14 años para dispararle al precandidato presidencial. Tal y como lo arrojaron las investigaciones, la mujer confesó que ella se encargó de llevarla el día del crimen y reveló cuánto dinero costó.

Según comentó alias Gabriela, ya le había hecho otros dos encargos similares a alias el Costeño, los cuales consistían en recoger una pistola y entregarla en cierto punto. Sin embargo, en esta oportunidad, todo fue muy diferente.

El día del atentado, ella ya tenía la Glock calibre 9 mm en su poder. Tras recibir una llamada con las indicaciones del sitio al que tenía que ir, la empacó en una talega de las tiendas ARA y, acto seguido, se la puso en la cintura, así fue como logró que pasara desapercibida.

Pidió un servicio de transporte y llegó hasta al barrio Modelia, donde se encontró con el Costeño y abordó el carro, el mismo en el que se ultimaron los detalles.

“Élder me dijo que sacara el arma, textualmente dijo: ‘Saca a la niña’. Yo saqué el arma de la pretina del pantalón, exactamente del lado del abdomen, y como a mí me dijeron que no la fuera a tocar, que no le fuera a oprimir nada porque no tenía seguro, yo la tomé de la parte de arriba, no del mango, sino de arriba y se la entregué a Élder”, señaló.

Cuando se la entregó, el Costeño la manipuló y la dejó lista para que el joven sicario solo tuviera que jalar el gatillo. “Élder le dijo al muchacho que no le fuera a oprimir nada porque él ya se la había programado para que disparara seguido, no tiro a tiro, sino seguido, como en ráfaga”, indicó la mujer.

Seguidamente, les confirmó a los ocupantes del vehículo cuánto dinero les había costado la Glock calibre 9 mm. “Élder empezó a hablar del arma, que venía del extranjero y que era una Glock, que había costado como 15 o 20 millones, que era un juguetote”, señaló.

Según las investigaciones que han hecho la Policía y la Fiscalía, los primeros registros de la pistola son del 6 de agosto de 2020. Ese día, un ciudadano identificado como Charles Joe Anderson la compró de manera legal en Arizona, Estados Unidos.

Hasta el momento, es todo un misterio cómo fue que llegó a las manos de esta red sicarial, ya que no hay ningún dato que confirme cuándo y cómo la ingresaron a Colombia.

Regresando al sábado 7 de junio, día del atentado contra Miguel Uribe Turbay, poco después de que el joven sicario se guardara el arma, se bajó del vehículo y, minutos después, le disparó en tres oportunidades al senador: dos en la cabeza y una en la pierna.

Por el momento, las autoridades continúan tras la pista de alias el Costeño, el eslabón perdido en medio de la investigación y quien podría conducir a los autores intelectuales del hecho.