Nación
Asesinato que Brayan Campo cometió con Sofía Delgado desencadenó otra tragedia injusta con la dueña de la casa que fue quemada
Leidy Reyes, propietaria de la vivienda en Candelaria (Valle del Cauca), aseguró que arrendó con todas las de la ley sin saber qué caso estaba tras de sí.
Leidy Reyes es la dueña de la casa donde vivía Brayan Snaither Campo Pillimue, el confeso asesino de la niña Sofía Delgado Zúñiga. La mujer, en diálogo con El Canal 2, de Cali, le informó a la comunidad de Candelaria, en el Valle del Cauca, donde fue detenido el sujeto, que ella le arrendó a esta persona porque cumplió con los requisitos legales.
Según dijo, él y su pareja se presentaron de la manera más común, hace tres meses, y cumplieron con los requisitos de ley para rentar la vivienda. “Ver mi casa así me deja con muchísima tristeza. Es una casa que fue arrendada, hicimos un proceso, un filtro, hace tres meses”, explicó.
De acuerdo con su relato, ella le ha metido el alma a sacar su vivienda adelante y, aunque entiende el dolor de la comunidad en Candelaria, es su necesidad contarle a la comunidad que dicho predio no era de él. “Nos pareció una pareja normal, con una bebé, con los papeles correspondientes”, aseveró.
A su modo de ver, ella pudo incurrir en un error al no ser más rigurosa en la solicitud de papeles, pero no por ello tiene que pagar con su bien inmueble, que tanto le ha costado sacar adelante. Reyes instó a la Secretaría de Gobierno de Candelaria a “que pueda acercarse a nosotros” para que ella pueda demostrar que se cometió una injusticia al incendiar su casa. Junto a su relato, el canal referido dio a conocer estas imágenes:
La comunidad, conociendo que el señalado asesino de la niña estaba en su municipio, también optó por destruir la veterinaria que ellos tenían a unas calles de dicha vivienda. De igual manera, algunas personas se acercaron a la estación de policía en busca de Campo Pillimue y con el fin de ejercer justicia con mano propia. Posteriormente, en medio del dolor, los residentes de Candelaria, en el Valle del Cauca, adelantaron una velatón para exigir justicia.
El sábado anterior, habitantes de la misma comunidad de Candelaria, en el Valle del Cauca, acompañaron las honras fúnebres de la menor, de 12 años de edad, que fue hallada muerta tres días antes en un cañaduzal. El ataúd fue montado en un vehículo de bomberos y acompañado por cerca de 3.000 personas que gritaban “justicia”.
Los exteriores del cementerio, en la zona de Villagorgona, lucieron desbordados de personas con camisetas blancas, globos, flores y sombrillas. Posteriormente, sus residentes lanzaron globos blancos al aire. “Ningún niño debería pasar por esto. Ninguna familia debería estar pasando este dolor tan grande”, le dijo a los medios Lady Zúñiga, la madre de la menor, quien portaba una camiseta blanca con la fotografía de su hija.
A su turno, Campo fue acusado de los delitos de feminicidio, secuestro y ocultamiento de pruebas y, durante la primera audiencia que se adelantó por el asesinato, aceptó ser el responsable. En 2018, la justicia abrió contra él una investigación por abuso sexual a otra niña, un proceso que finalmente prescribió sin avances.
“En un interrogatorio iniciado, este hombre manifiesta que él había asesinado a la menor de edad y nos da el lugar donde él la abandonó”, dijo el coronel Carlos Ovideo, comandante de la policía metropolitana de Cali.
Colombia registra, en lo que va del año, 375 homicidios de menores de edad, según datos de Medicina Legal hasta agosto. En el país, cada dos días, tres niños son asesinados y por cuenta de este crimen, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, aseguró que el país debe discutir si en Colombia se aplica la cadena perpetua para violadores y asesinos de menores de edad.