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Así está el nivel de los embalses en Bogotá a dos días de las nuevas medidas de racionamiento de agua
A pesar de las recientes lluvias en la capital, las condiciones de los embalses han demostrado que la situación sigue siendo preocupante.
A partir del próximo domingo, 29 de septiembre, Bogotá implementará nuevas medidas de racionamiento de agua, que se llevarán a cabo diariamente en lapsos de 24 horas. Esta decisión ha sido tomada por las autoridades en respuesta a la situación crítica del suministro hídrico en la ciudad. A pesar de las recientes lluvias en la capital, las condiciones de los embalses han demostrado que la situación sigue siendo preocupante.
Entre el 11 y el 25 de septiembre, el nivel del sistema Chingaza —que es fundamental para el abastecimiento de agua en Bogotá— disminuyó 2,28 puntos, alcanzando un nivel del 44,39 %.
Los datos proporcionados por la Corporación Autónoma Regional (CAR) reflejan que otros embalses también se encuentran en niveles variables: Neusa está al 74,78 %, Sisga al 67,18 %, Tominé al 50,06 %, Chisacá al 84,83 %, Regadera al 94,58 %, San Rafael al 77,36 % y El Hato al 79,04 %. En cuanto al embalse de Chuza, que abastece en gran medida a Bogotá, su nivel se encuentra alarmantemente bajo, en un 34,74 %.
Por su parte, el alcalde Carlos Fernando Galán ha subrayado que tanto el alto consumo de agua como la falta de lluvias son factores que han llevado a la alerta en la ciudad. A pesar de esto, los pronósticos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) sugieren que se podría presentar el fenómeno de La Niña durante los meses de octubre y noviembre, lo que podría resultar en un aumento de las precipitaciones.
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Sin embargo, la incertidumbre persiste, dado que los meses de julio, agosto y septiembre suelen ser lluviosos en Bogotá, pero este año han sido inusualmente secos, lo que ha contribuido a la caída de los niveles de agua en el sistema Chingaza, que no solo abastece a la capital, sino también a once municipios vecinos de Cundinamarca.
Con el objetivo de garantizar el abastecimiento de agua para finales de año y principios de 2025, la ciudad había establecido la meta de alcanzar un nivel de llenado del 70 % en los embalses de Chingaza para octubre. Sin embargo, las sequías prolongadas y las altas temperaturas registradas en los últimos meses han alterado estos planes, obligando a las autoridades a reestructurar nuevamente el esquema de restricciones de agua.
El racionamiento programado para Bogotá refleja la urgencia de la situación y la necesidad de implementar medidas que ayuden a conservar el recurso hídrico. Los ciudadanos se enfrentan a un escenario en el que deberán adaptarse a estas nuevas limitaciones, fomentando así un consumo más consciente y responsable del agua. Las autoridades continúan monitoreando los embalses y el clima, con la esperanza de que las próximas lluvias puedan mitigar la crisis y permitir una recuperación en los niveles de agua disponibles para la capital.