Nación
Así funcionaba la red criminal que montó una “tienda de armas” con lo que un soldado sacó de bases militares
Los delincuentes estaban al servicio de las disidencias de las Farc, en Cauca, Tolima, Meta y Arauca.

Un capítulo perverso en la triste historia de la violencia en Colombia está en la estrategia criminal que mata a militares y policías, con las armas del Estado.
En muchas oportunidades, la Fiscalía se encuentra con investigaciones que advierten una aberrante práctica criminal de llevar las armas del Estado a las manos de los grupos asesinos.
Así lo determinaron, una vez más, y con un soldado profesional como articulador de un entramado asesino, que lo ubicó como enlace de las disidencias de las Farc en los departamentos de Cauca, Tolima, Meta y Arauca.
El militar sacaba las armas de las guarniciones militares y las vendía para que mataran a sus compañeros.
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Una red de tráfico de armas era liderada por un soldado profesional. 10 personas fueron capturas y señaladas de vender armamento a las disidencias de las Farc. https://t.co/if1kX8q65f pic.twitter.com/yKXYKQEvey
— Revista Semana (@RevistaSemana) June 17, 2025
“La Fiscalía General de la Nación identificó a diez presuntos integrantes de un grupo de delincuencia organizada señalado de apoderarse de armamento y municiones de uso privativo de las Fuerzas Armadas, que después era comercializado a estructuras de las disidencias de las Farc en Cauca, Tolima, Meta y Arauca, así como con bandas ilegales urbanas en Bogotá”, dijo la Fiscalía.
La Fiscalía identificó a los presuntos responsables de este entramado de corrupción con un soldado profesional como cómplice. De acuerdo con el ente acusador, la estrategia criminal estaba fijada y tenía varios años de ejecución, de ahí que muchas balas asesinas de policías salieron de armas compradas por el Estado.
“Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Organizaciones Criminales los presentó ante un juez de control de garantías de Bogotá y les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado; fabricación, tráfico y porte de armas, municiones de uso restringido, de uso privativo de las Fuerzas Armadas o explosivos; fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego accesorios partes o municiones; utilización ilegal de uniformes e insignias”, señaló el ente acusador.
La investigación estableció que estas personas pertenecerían a un grupo delincuencial encargado de sustraer armas, municiones y explosivos en batallones ubicados en Bogotá, además del Fuerte Militar de Tolemaida, y de la sede de Indumil en Soacha, en el departamento de Cundinamarca.
“La red delincuencial estaría conformada por personal activo y retirado del Ejército Nacional y la Policía Nacional, y civiles con actividades comerciales lícitas que servían de fachada para ocultar las acciones ilegales”, advirtió la Fiscalía luego de las audiencias preliminares que terminaron con una medida de aseguramiento para los procesados.

En las diligencias de allanamiento para lograr la captura de los implicados fueron incautados 20 salvoconductos vencidos, 3.184 municiones de varios calibres, seis partes de fusil, 67 proveedores de diferentes tipos de armas, 13 pistolas, 16 rifles, siete revólveres, un lanzagranadas, una subametralladora, cinco escopetas, cuatro carabinas, un detonador eléctrico, 55 uniformes pixelados similares a los usados por las Fuerzas Militares y 45 millones de pesos en efectivo.