| Foto: Archivo particular

NACIÓN

Autoridades de Cali aseguran que detrás de incendios forestales hubo manos criminales

La sultana del Valle ha tenido varios incendios en los últimos días, en la noche de este martes uno de ellos se extendió por los cerros del oeste. Las autoridades lograron apagar las llamas e investigan los hechos.

10 de septiembre de 2019

Una grave crisis se vivió en Cali en la noche de este martes por cuenta de los incendios forestales en los cerros del Oeste de la ciudad, muy cerca del icónico Cristo Rey y del Zoológico.

La emergencia empezó en la tarde cuando las llamas empezaron cerca al corrimiento de Navarro, ubicado al sur de la sultana del Valle; después de que fueron controlados, los bomberos recibieron el anunció de que había empezado otro incendio muy cerca al zoológico y de algunas unidades residenciales. 

En video: cerros caleños consumidos por los incendios forestales

Según publicó el diario local El País, "en esta emergencia trabajaron más de 200 unidades con apoyo de miembros de la Policía Metropolitana de Cali, Dagma, Gestión del Riesgo, y Ejército con unidades del Batallón Codazzi, de Palmira, según el reporte que entregó la Secretaría de Gestión de Riesgo de Cali".

Aunque las dramáticas imágenes del Cristo Rey en llamas siguen inundando las redes sociales, las autoridades caleñas aseguraron que ya la emergencia fue controlada. 

"Después de estas conflagraciones tendrán que venir las investigaciones respectivas, pero tenemos que decir que hay manos criminales detrás de esto, hay personas que han visto gente ajena a los sectores, estamos buscando a estas personas y la invitación a la comunidad es que denuncie este tipo de prácticas", señaló Óscar Orejuela, subsecretario de Gestión del Riesgo de Cali.

Y es que más de 400 personas entre bomberos, militares, policías y funcionarios de la Cruz Roja y de Gestión del Riesgo estuvieron trabajando para evitar la extensión de las llamas. Este miércoles a las 5 de la mañana un grupo especializado analizará la situación para asegurar de que el incendio no se vuelva a avivar.