Nación
Buscan a Dilan Santiago Castro, un niño de dos años que desapareció extrañamente en Bogotá
Según su madre, el pequeño desapareció de la casa sin ninguna explicación.
La comunidad del sector de Usme Pueblo, en el sur de Bogotá, se encuentra consternada por la desaparición de Dilan Santiago Castro, un pequeño de dos años de edad, de quien se perdió el rastro el pasado 6 de febrero, fecha en la que fue visto por última vez en su vivienda.
La familia del menor, que vive en la vereda Curubital, ha acudido a las diferentes autoridades para intentar encontrar a Dilan o hallar una pista que indiqué qué pudo haber pasado con el niño o cuál es su paradero.
Según información difundida por el periodista Edward Porras, la mamá del pequeño indicó que ella estaba en la cocina de su casa y que, justo en ese momento, sin tener todavía una explicación, el pequeño desapareció de la vivienda.
Pese a los esfuerzos de la Sijín, la Policía, el Ejército y los Bomberos, fuerzas que se han sumado a la búsqueda realizando barridos en la zona, no se ha podido determinar qué pasó con Dilan Santiago Castro.
Por el momento, las labores de búsqueda continúan, mientras los familiares piden a la comunidad que, si han visto al pequeño, por favor informen a las autoridades o se comuniquen con la Línea 123 para entregar los detalles que permitan ubicarlo.
Terror en centro del ICBF en Bogotá: una menor de 14 años fue violada por uno de los profesores
El 2024 empezó mal para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). El 11 de enero se presentó el primer caso en el país de una violación contra una menor de edad. El hecho ocurrió en la Fundación Educar Colombia, Educol, que tiene una de sus sedes en el barrio Ciudad Jardín, en el sur de Bogotá.
Hace menos de un año, el 7 de julio de 2023, esta fundación recibió la licencia de funcionamiento por dos años por parte del ICBF para “prestar servicios de protección a niños, niñas y adolescentes”. Sin embargo, algo falló y una niña fue abusada, al parecer, por uno de los profesores de la institución, según la denuncia que ya está en manos de la Fiscalía General de la Nación.
Para el cuidado de los menores, Educol cuenta con dos profesores en las noches que se encargan de vigilar que todo esté bien. El jueves 11 de enero, la profesora tuvo que salir a recoger a una menor que estaba hospitalizada y quedó solo el docente con los niños. La noche, como era la rutina, transcurría con normalidad y Juliana* decidió acostarse. Pocos minutos después, sintió que un hombre se acostó a su lado y empezó a tocarla. “Empezó a tocarme los senos, primero por encima de la ropa y luego por debajo, yo no sabía qué hacer y me quedé quieta. Luego me bajó el pantalón y me empezó a penetrar”, es el desgarrador testimonio de la niña de 14 años.
En el hospital adonde trasladaron a la menor, un pediatra evidenció el acceso carnal y quedó constancia de lo ocurrido, pero la denuncia se instauró el 15 de enero, es decir, cuatro días después de la violación, por lo que Ximena*, madre de Juliana, asegura que el caso fue muy mal manejado. “Me llamaron el domingo 14 de enero a decirme que debía ir al otro día, pero que no me podían decir nada por teléfono. El lunes cuando llegué, y con una frialdad increíble, solo me dijeron: ‘su hija fue violada y está hospitalizada’”.
Ximena no entiende por qué esperaron tanto para avisarle, por qué no instauraron la denuncia de inmediato y por qué el agresor está libre, a pesar de que se constata la violación y en la fundación saben quién es el culpable. “El profesor se llama Javier Beltrán Silva. La fundación no dice nada sobre él, pero busqué información y resulta que el tipo tiene antecedentes judiciales y no sé cómo contratan a alguien así”, asegura la mujer.