César Gaviria le pidió a la CIDH una “intervención urgente” ante crisis institucional desatada por Petro. Esta es su explosiva carta

SEMANA conoció en exclusiva una carta que llegó al despacho de José Luis Caballero Ochoa, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que fue enviada por el expresidente y jefe del Partido Liberal, César Gaviria. En ella, le hace un recuento de lo que ha ocurrido en la última semana con el presidente Gustavo Petro.

La misiva tiene la intención clara de denunciar y alertar “los ataques, amenazas y actos de persecución” de los que han sido blanco, según él, los senadores de la Comisión Séptima del Senado que firmaron la ponencia de archivo de la reforma laboral.

De acuerdo con Gaviria, después de que se dio a conocer la postura de estos ocho senadores, han sido objeto de intimidaciones que han llegado hasta “poner en riesgo la vida, la seguridad y la reputación de los legisladores y de sus familias”.

El jefe del liberalismo abogó por el senador Miguel Ángel Pinto, de quien dijo ha sido objeto de intimidaciones del Gobierno Petro. “A raíz de su liderazgo en esta decisión legislativa, su hija, Silvia Pinto Vargas, fue despedida arbitrariamente del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), en lo que solo puede interpretarse como una represalia política”.

Señaló que se ha orquestado una estrategia para desprestigiarlo por medio de acusaciones falsas que lo vinculan con grupos paramilitares. Además, asegura que la “persecución” también se ha dirigido a Honorio Henríquez, Alirio Barrera, Esperanza Andrade, Nadia Blel, Berenice Bedoya, Lorena Ríos y Ana Paola Agudelo, firmantes de la ponencia de archivo que significa el inminente hundimiento de la reforma laboral y dio paso a la consulta popular que se está planeando en el palacio presidencial. “Estas amenazas no provienen de sectores aislados, sino que parecen estar impulsadas por una estrategia de gobierno que, en lugar de promover el debate democrático, ha optado por la estigmatización y la persecución de quienes se oponen a sus reformas”.

Para argumentar sus peticiones, Gaviria hace un recuento de las afirmaciones del presidente Petro y de los integrantes del Ejecutivo que se han hecho en los últimos días en las que, según él, se crea un ambiente de odio y polarización que podría terminar en violencia.

El jefe del liberalismo indica que la democracia colombiana está en riesgo por cuenta de un presidente que no acepta que haya legisladores que no se sometan a “una agenda gubernamental que es un precedente nefasto y que amenaza la estabilidad de nuestras instituciones y debilita el Estado de derecho”.

Por esta razón, Gaviria pide una urgente intervención y un pronunciamiento categórico de la CIDH donde se exija “al Estado colombiano garantizar la seguridad de los congresistas afectados y de sus familias. Es imperativo que se adopten medidas de protección inmediatas para evitar cualquier tipo de agresión contra ellos y que se investiguen de manera rigurosa las amenazas y actos de persecución que han sufrido”, dijo el expresidente.

En la carta también se pide a la CIDH que verifique el riesgo en que está la separación de poderes en Colombia, porque el Gobierno Petro quiere “silenciar mediante la intimidación” sin que exista el disenso.

La misiva cierra afirmando que los organismos internacionales deben velar por los derechos humanos y de los principios democráticos que han existido en Colombia desde hace décadas y que ahora están en riesgo por decisiones de la Casa de Nariño. Sin duda, esta carta de Gaviria logrará exacerbar el ambiente político que se está viviendo actualmente.

Esta es la primera advertencia que se está haciendo en instancias internacionales y seguramente Gustavo Petro responderá con vehemencia a Gaviria, con quien ya ha tenido varias diferencias públicas, justamente, por las reformas.