Bogotá
Ciudadanos realizan nuevos bloqueos en Bogotá en rechazo a la reubicación de la comunidad Emberá
En la noche de este miércoles 9 de julio, un grupo de manifestantes llevó a cabo un plantón en la calle 26 con carrera 68D.


La reubicación temporal de la comunidad indígena Emberá, que hasta hace poco permanecía en la Unidad de Protección Integral (UPI) La Rioja, provocó nuevas protestas y bloqueos en Bogotá, reflejando la creciente tensión social alrededor de esta situación humanitaria.
En la noche de este miércoles 9 de julio, un grupo de manifestantes llevó a cabo un plantón en la calle 26 con carrera 68D, una de las vías más importantes del occidente de la capital.
La protesta fue convocada en rechazo al traslado de miembros de la comunidad indígena a nuevas locaciones, proceso que, según los manifestantes, se realizó sin el debido consenso ni garantías suficientes para los afectados.
Como consecuencia del bloqueo, el sistema TransMilenio tuvo que suspender operaciones en al menos ocho estaciones del corredor de la calle 26, desde Quinta Paredes hasta el Portal El Dorado, generando retrasos y afectaciones a miles de usuarios en plena hora pico.
Lo más leído
Durante varios minutos, los articulados no pudieron circular por la zona, lo que provocó congestión vehicular y malestar entre los pasajeros.
Hacia las 8:00 de la noche, la Policía de Tránsito informó que se había restablecido la movilidad en ambos sentidos viales, luego de que las autoridades intervinieran para despejar la vía.
A pesar de ello, los retrasos en la operación del sistema masivo continuaron durante varios minutos mientras se normalizaban los servicios.

En una carta, los habitantes advierten que la instalación de un asentamiento en ese punto podría alterar profundamente la dinámica del sector y generar problemas asociados a la seguridad, el orden público y el uso del espacio urbano.
“La decisión de instalar un asentamiento en esta zona pone en riesgo el equilibrio urbano, la seguridad, la convivencia y la infraestructura local”, señalaron los voceros comunitarios.
Los firmantes también recordaron que experiencias pasadas —como las ocurridas en el Parque Nacional y la UPI La Rioja— dejaron serias dificultades en temas de salubridad, convivencia y seguridad, sin que se establecieran medidas claras para mitigar los impactos.
Además, la comunidad vecinal cuestionó la falta de transparencia en el proceso de decisión, ya que —según manifiestan— no se han presentado estudios técnicos, diagnósticos de impacto urbano o social, ni estrategias claras para integrar a la comunidad Emberá al entorno del sector.
También expresan dudas sobre si la infraestructura disponible tiene la capacidad suficiente en servicios públicos y condiciones de seguridad para asumir una reubicación de esta magnitud.
“No se conocen estudios de impacto urbano o social, ni estrategias para articular a la población Emberá con los residentes del sector. Tampoco hay claridad sobre la capacidad del territorio en términos de servicios públicos y seguridad”, concluye el documento.